Alrededor de la mitad de las madres que dieron a luz a un bebé fallecido no pudieron verle por falta de información y apoyo, según se desprende de un informe realizado en 2016 por la asociación Umamanita y que ha sido publicado con motivo del Día Mundial de la Muerte Gestacional y Perinatal.

"El estudio demuestra que la situación en España es muy deficiente, especialmente si la comparamos con otros países de nuestro entorno. Es imprescindible formar a los profesionales sanitarios, y en especial a los médicos, porque a menudo sus acciones terminan agravando la experiencia de la muerte y aumentando los sentimientos de dolor por la pérdida", explicó el autor del estudio, Paul Richard Cassidy. En un 60% de los casos el personal sanitario no permitió entrar a la pareja o a otro acompañante durante el parto, sin que hubiera una razón médica aparente para ello. El investigador informa de que un 44% de las madres sintió que no tenía control sobre los aspectos rituales a la hora de tratar a sus hijos fallecidos.