Cerca de 325.000 personas sin electricidad, 28 heridos leves, 61 desalojados y cientos de árboles caídos fueron los principales estragos que dejó la tormenta "Leslie" a su paso por Portugal. Los distritos de Coimbra y Leiria, en el centro del país, fueron los más afectados por la tormenta, que afectó a cerca de 200 líneas de alta tensión, que aún ayer no se habían recuperado totalmente, en especial en el distrito de Coimbra, según EDP, la empresa distribuidora de electricidad en Portugal.
Protección Civil registró casi 2.500 incidencias durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, la mayor parte (unas 1.200) por caídas de árboles, a las que se sumaron inundaciones y desplomes de estructuras. Un total de 61 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas por daños en las viviendas o caídas de árboles, aunque la mayoría ya ha podido regresar. También se produjeron algunos accidentes de tráfico y daños en "innumerables coches" que estaban aparcados en la vía pública, así como cortes de carreteras que ya han sido reabiertas.
"Los mayores peligros ya pasaron, estamos en el momento en que la curva de incidentes está en fase descendente", explicó ayer a la prensa el comandante distrital de Protección Civil Luís Belo Costa.
Asimismo, "Leslie" obligó a cancelar el sábado una treintena de vuelos en los aeropuertos de Lisboa y Funchal (Madeira) y otros doce en el aeródromo de Oporto, lo que afectó a muchos gallegos de viaje por el puente del Pilar. El de Lisboa normalizó ayer su actividad tras el paso de "Leslie", mientras que en el aeródromo de Oporto todavía se registraban cancelaciones y atrasos de vuelos derivados de los efectos del temporal al cierre de esta edición. La tormenta también afectó al tráfico fluvial, que se recupera paulatinamente entre Lisboa y la otra margen del Tajo, así como la conexión entre Setúbal y Troia, al sur de la capital lusa.
Figueira da Foz, uno de los más populares destinos turísticos de la costa portuguesa, fue castigado con dureza por "Leslie", que dejó en la ciudad vientos de hasta 176 kilómetros por hora y sumió a los vecinos en "una pesadilla". "Hacia la medianoche, cortaron la luz, cerramos todo, las ventanas se movían, el edificio se movía, hasta que nos dimos cuenta de que una de las ventanas de un cuarto se estaba despegando", relató una turista española que pasa unos días de vacaciones en un aparthotel de Figueira.
"Sacamos todo del cuarto y nos sentamos en el suelo, al lado del a puerta de salida del apartamento", continuó la joven, que prefirió no dar su nombre. Pasada la medianoche, los clientes fueron evacuados y conducidos al garaje, donde se mantuvieron hasta bien entrada la madrugada. "Fue una pesadilla", concluyó.
En los barrios más afectados de Figueira, a unos 200 kilómetros al norte de Lisboa, el viento quebró las ventajas de viviendas en edificios altos, destrozó las terrazas y los vidrios de los portales. Los bomberos de Figueira reportaron el desalojo de cinco personas en la ciudad.
En Mealhada, el huracán dejó a oscuras y causó destrozos en el pabellón municipal donde se disputaba la final del Mundial de hockey sobre patines femenino.
España
En España, "Leslie" entró algo más al norte de lo previsto inicialmente y no provocó daños significativos. Aún así, dejó fuertes vientos y lluvias que provocaron cortes de luz en la provincia de Zamora, caídas de árboles en Cáceres y fuertes rachas de viento -en la estación segoviana de La Pinilla se han registraron rachas de viento de 112 kilómetros por hora-.
Asimismo, dejó 33 avisos por obstáculos en la calzada y peligro de caída de árboles además de tres cortes de luz a su paso por Castilla y León. En las últimas horas, y tras recorrer gran parte de la Península de oeste a este, el frente penetró por el interior de Valencia y Castellón y continuó su desplazamiento hacia el este.
En algunos puntos de la Comunidad Valenciana, en zonas del interior de Castellón, dejaron más de 20 litros por metro cuadrado. También se cumularon en una hora 16,6 litros por metro cuadrado en Marines (Valencia); 14,4 en Pedralba (Valencia) y Alcora (Castellón); 13 en Benafigós (Castellón); 10,2 en Chiva (Valencia); o 7,8 en Villamarxant (Valencia).
