Odile Rodríguez de la Fuente (Madrid, 1973) es bióloga y presidenta de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. Ayer participó en Cerdedo-Cotobade en la "I Jornada Lobera" organizada por la Asociación Educativa Animales del Mundo.

-Félix Rodríguez de la Fuente logró un cambio de sensibilidad en la sociedad española de los años setenta respecto al lobo. ¿Esa sensibilidad social ha crecido desde entonces, o ha ido a menos?

-En esto hay muchos matices, pero la sensibilidad social en la población principalmente urbanita ha ido a más. Desde los tiempos de mi padre, que fue donde se produjo un giro de 180 grados, la gente está más concienciada sobre la importancia de esta especie, de que continúe existiendo y del derecho del lobo a existir.

- ¿Y en el mundo rural?

-También ha mejorado esa conciencia. Hay una parte del mundo urbano que tiene posiciones demasiado extremas en defensa del lobo, sin entender la complejidad del reto de la coexistencia entre el lobo y lo rural, sobre todo el mundo de la ganadería extensiva. Me parece una falta de inteligencia emocional no querer entender esas complejidades y simplemente abogar por que el lobo tiene que existir en todos los sitios, independientemente del daño que cause.

-¿Cuál es la estrategia a seguir para conciliar ambos mundos?

-Hacer posible una convivencia. Afortunadamente hay mucha más gente con sentido común, de todos los sectores: del mundo urbano, del ecologista, científicos, especialistas en el estudio de lobo, del mundo rural, ganaderos, el mundo de la caza... que quiere buscar soluciones para garantizar una coexistencia en armonía, donde los dos puedan convivir y ninguno se vea perjudicado por la presencia del otro.