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Vuelta a España del Robinson de la basura

El valenciano Rafa Sanchís, bautizado a sí mismo como Misspachamama, recorre desde julio la Península en bicicleta para retirar residuos de espacios naturales emblemáticos

Botellas y recipientes extraídos de la Vía Verde del Plazaola. // FdV

Un joven de 27 años preocupado por el medio ambiente y un carro unido a una bicicleta sencilla es lo único necesario para poder recorrer más de 2.000 kilómetros por España y retirar de los principales espacios naturales de nuestra geografía 619 kilos de desechos.En esto se resume Misspachamama, como se hace llamar Rafael Sanchís, un valenciano estudiante de ADE muy unido a los deportes de riesgo y la naturaleza y que a raíz de una vuelta en kayak a Ibiza en solitario decidió emprender esta peculiar aventura.

"Me desperté una mañana en una cala ibicenca y la vi llena de basura a raíz de que hubo allí durante horas varias barras ilegales sirviendo mojitos. Un hombre alemán se puso a recoger basura y sacamos cinco bolsas, pero mi sorpresa fue cuando me puse a bucear y vi que en el fondo había el doble de residuos de los que habíamos retirado", cuenta. "Recojo para que todo esto no acabe en el mar", esta frase de ese turista desconocido fue la que empujó a Sanchís a emprender el viaje en el que lleva inmerso desde el pasado 14 de julio desde Valencia. La Vía Verde Ojos Negros (entre Valencia y Teruel),Zaragoza, Tudela, Pamplona, San Sebastian, Bilbao, Santander, Oviedo, A Coruña, Santiago, Ourense y Zamora son algunos de los destinos que forman parte de su itinerario, que acabará el próximo viernes en Madrid.

Sanchís apunta que "en toda España hay la misma cantidad de basura", pero le llamó especialmente la atención durante su ruta la playa asturiana de Aguilar y la Vía Verde del Plazaola, que une San Sebastián y Pamplona. "En Asturias saqué de un río un paquete de pipas con fecha de consumo preferente de agosto de 1997 y un envase rojo de patatas Matutano, que empezaron a llamarse Lays en ese mismo año. Me quedé impresionado porque había un vertedero ilegal", comenta.

A su paso por Galicia, comunidad de la que comenta divertido que "se lleva la palma en hospitalidad", visitó Ribadeo, A Coruña, Santiago de Compostela, Ordes y Ourense. Solo en la playa de Bens recogió 318 kilos de basura, que tira en los contenedores del pueblo más cercano y calcula en la pesa que lleva siempre con él. Una persiana, un pupitre escolar y todo tipo de calzado están entre lomás raro que se ha encontrado en sus batidas de limpieza, y lo más común son latas de refresco, botellines de cerveza y muchos envases.

Es consciente de que su labor es solo un pequeño grano de arena, pero defiende que "una persona no puede cambiar el mundo pero sí inspirar a muchas otras para que todas juntas lo cambien". Este periplo está siendo muy exigente para él físicamente pero se muestra orgulloso porque cada vez son más los seguidores que se interesan por su labor en redes sociales, donde cuenta su día a día para visibilizar un problema tan del siglo XXI como es el consumo masivo de plástico.

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