"Desenterrando Sad Hill" es una muestra de que los sueños sí pueden cumplirse. Lo saben sus cuatro protagonistas, David Alba, Diego Montero, Joseba del Valle y Sergio García, de la Asociación Cultural Sad Hill, que en 2014 decidieron arrebatar a la vegetación el cementerio de Sad Hill, ubicado en el valle de Mirandilla (Burgos), donde Sergio Leone rodó el duelo entre los tres personajes de "El bueno, el feo y el malo" (1966). Y lo sabe el director de este documental, el vigués Guillermo de Oliveira, quien también se encontró con algún que otro obstáculo por el camino para poder hacer realidad esta cinta.

De Oliveira documentó la recuperación de Sad Hill desde los primeros trabajos de excavación, en 2015, hasta la fiesta en un Sad Hill revivido con la que estos arqueólogos del cine conmemoraron el cincuenta aniversario de este "spaghetti western". "Me enteré del proyecto a través de un amigo y enseguida supe que tenía que contar esa historia, aunque al principio iba a ser un cortometraje", explicaba ayer el realizador desde Almería, donde por la tarde se proyectó el documental dentro del Western Festival de Almería, tras su paso por el de Sitges, donde se estrenó en España después de su periplo por los certámenes de Tokio, Santa Bárbara (Estados Unidos) y Buenos Aires.

Pero la historia fue creciendo, paralela a los trabajos en Sad Hill, y mientras la asociación recababa mano de obra voluntaria en la red y fondos a través de una campaña de micromecenazgo - "Apadrina una tumba"-, De Oliveira iniciaba los contactos para hablar con el equipo del rodaje, admiradores de la película y exsoldados y oficiales del cuartel San Marcial de Burgos, empleados para construir el cementerio y hacer de extras en la secuencia de la voladura del puente, también rodada en tierras burgalesas. Clint Eastwood, "el Bueno"; Ennio Morricone, autor de la banda sonora; Christopher Frayling, escritor y biógrafo de Sergio Leone (Roma, 1929-1989); Eugenio Alabiso, editor de "El bueno, el feo y el malo", y Sergio Salvati, asistente de fotografía, participan en el documental, así como los directores Joe Dante ("Gremlins") y Álex de la Iglesia, y el líder de Metallica, James Hetfield, entre otros fans de la película.

"Conseguir llegar hasta Eastwood, Morricone y Hetfield nos llevó meses. Tuvimos que armarnos de paciencia porque a veces lo más difícil no es convencerlos, sino que quienes los rodean les hagan llegar la propuesta", reconoce De Oliveira. Solo Quetin Tarantino, gran admirador del cine de Leone, quedó fuera del documental. "Creo que no le llegó nuestro mensaje, pero sé que ha recibido la cinta de manos de un periodista que estuvo en Sitges", afirma.

Las imágenes de un concierto de Metallica en Gotemburgo (Alemania) abren y cierran el "Desenterrando Sad Hill", completando así un círculo a semejanza del que dibujan las cruces de Sad Hill, concebido como un circo romano.

El documental llegará a las salas de cine el próximo 19 de octubre, aunque para verla en Vigo habrá que esperar un poco más, hasta el 26, en una sesión que contará con la presencia del propio realizador. "No es solo una película sobre el cine, sino sobre la consecución de los sueños, y por eso quien venga a verla se va a ver reflejado, aunque le guste otro tipo de cine", asegura.

De Oliveira y la productora, Zapruder Pictures, tienen una tumba en Sad Hill, como miles de personas que participaron en la campaña de apadrinamiento que la asociación puso en marcha para poder hacer frente a los gastos de material para recuperar las 5.000 cruces del Sad Hill original. "Participaron personas de más de treinta países, lo que da una idea de la trascendencia de esta iniciativa y de la propia película. No hay mejor filtro que el paso del tiempo y 'El bueno, el feo y el malo' nos sobrevivirá a todos", asegura De Oliveira, que también destaca la comunión de la imagen con la banda sonora. "No puede entenderse el filme sin la música de Morricone", opina. Precisamente conseguir los derechos para utilizar la música y las imágenes del "spaghetti western" fue lo más arduo. "Llegué a pensar que tendría que exhibirla sin los permisos aunque me denunciaran porque tenía claro que la historia tenía que conocerse", insiste.