Más de mil especialistas de 23 países diferentes participan desde este jueves en el 49 Congreso Nacional de Podología que se celebra en Santiago y que centra varias intervenciones de su programa en el auge del running y los problemas de salud que puede ocasionar su mala práctica.

"Yo siempre digo en la consulta que no hay que correr para ponerse en forma sino que hay que ponerse en forma antes de empezar a correr", subrayó el gallego Manuel Mosqueira Ouréns, que moderó la mesa "¿Correr es de cobardes? Debate sobre las patologías del corredor" en la que intervinieron dos facultativos españoles y otros cuatro de EE UU, Canadá, Australia y Reino Unido que abordaron las lesiones en el corredor, el calzado deportivo y las plantillas a medida.

Al respecto de las lesiones, mosqueira precisó que los expertos hablaron de las lesiones a nivel del aparato locomotor más asociadas al running "por el gesto cíclico de la carrera en sí porque se trata de una carrera longitudinal sin apenas cambios de dirección". "Uno de los mensajes fue que los tejidos en este caso sobre todo los tendones tienen que adaptarse a la carrera para soportar las cargas", dijo.

"Si alguien quiere empezar a correr no puede hacerlo de repente y apuntarse a carreras populares como si lo llevase haciendo toda la vida", remarcó el especialista que citó como las lesiones más frecuentes de los runners la tendinopatía aquílea, la fasciopatía plantar, el síndrome de la cintilla iliotibial o el síndrome piramidal. "Casi siempre son por sobreuso y una mala adaptación de los tejidos a esa carga", insistió.

En relación al calzado deportivo los podólogos señalaron que algunas firmas comerciales están recuperando "la tendencia de años pasados a suelas muy gruesas" mientras que otras apuestan por calzado más bajo y que pesa menos. "Lo que se recomienda es no hacer caso al marketing y pensar en para qué se van a utilizar las zapatillas deportivas, sobre qué superficie para determinar su agarre, cuál será el ritmo y las demás variables que afectan a la biomecánica del pie", dijo.

Así, un corredor debe elegir en función de su peso corporal, distancia a correr, ritmo de carrera, superficie y también el análisis de la huella - "si hay supinación o pronación"- porque eso repercute en estructuras como la carrera. "Y sobre todo el confort porque el cuerpo se va a adaptar a ese calzado, si estás adaptado a una zapatilla no es recomendable hacer un cambio radical porque es probable que el cuerpo no se sepa adaptar y se lesione", explicó Mosqueira, que apuntó que en el mismo sentido también se analizó el uso de plantillas a medida que sirven para amortiguar el impacto del pie con el suelo durante la carrera.