La Confederación Autismo España trata de completar desde 2015 a través de cuestionarios individuales un registro más exhaustivo de la población afectada con TEA y su paso por las diferentes etapas educativas, entre otros aspectos. Esta recopilación es fundamental para, recordó Vidriales, poder llevar a cabo una planificación más adecuada y trasladar también a las instituciones las necesidades concretas del colectivo. "No hay recursos para afrontar el envejecimiento y si en los próximos años no se ha trabajado para que el problema sea visible las administraciones públicas no van a hacer nada", subrayó la experta, que recordó que si esas personas no están reconocidas tampoco pueden acceder a los apoyos ni las prestaciones asociadas.

Las cifras oficiales están muy alejadas de la prevalencia actual del TEA, que en la actualidad afecta a una de cada 100 personas -en diferentes niveles de severidad- y ni siquiera coinciden los datos que se manejan desde el Gobierno y las diferentes comunidades. "No hay ni una sola coincidencia", lamentó Vidriales, que también hizo hincapié en la brecha que existe entre los diagnosticados con TEA varones (más del 80%) y las mujeres. "El autismo en mujeres tiene determinadas características y por eso para los profesionales es más difícil identificarlas con los mecanismos existentes", apuntó la experta, que insistió en que el objetivo es tener un mayor conocimiento para poder mejorar la situación ya que el colectivo ni siquiera está incluido en las estadísticas de fracaso escolar.