La Iglesia católica tuvo un papel "determinante y vital" en el robo de bebés en España entre 1938 y 1996, según la investigadora Neus Roig que, tras estudiar 500 casos, asegura que el tráfico de niños no fue una sucesión de hechos aislados sino "una represión ideológica que terminó en negocio". Así lo ha manifestado Roig con motivo de la publicación de su libro "No llores que vas a ser feliz", en el que destaca que el tráfico de niños "no hubiera sido posible sin la participación de las órdenes religiosas". El título del libro viene de la carta que las monjas hacían firmar a las madres de estos bebés, ya que le extrañó que llegaran a sus manos "cuatro cartas iguales".