El tribunal determinará este miércoles si retira la acusación contra los dos hijos y la mujer de Feliciano Miguel Rosendo, líder y fundador de los Miguelianos, admitiendo el argumento de la defensa sobre la falta de legitimación de la acusación particular para denunciarlos por blanqueo de capitales.

Las defensas de los diez imputados por pertenencia a esta supuesta asociación ilegal solicitaron, en el inicio del juicio, la suspensión del mismo porque, entre otras razones, no tuvieron acceso a pruebas como el contenido de equipos informáticos de la congregación religiosa, que habrían demostrado la legalidad de las actividades que se desarrollaban en esta agrupación.

Así, mañana continuará el proceso contra Miguel Rosendo y otros miembros de esta orden, con la declaración de hasta 166 testigos, en caso de que no se renuncie al testimonio de parte de ellos.

Los abogados defensores también solicitaron que las vistas sean a puerta cerrada, cuestión que se irá dirimiendo día a día y según las circunstancias concretas de los testigos, según ha resuelto el tribunal.

Otras consideraciones expuestas en la vista de las cuestiones previas, planteadas tanto por las defensas como por la acusación particular, serán resueltas en la sentencia, según ha determinado el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra.

Mientras, Miguel Rosendo, que lleva ya cuatro años en prisión provisional, ha sido trasladado a la cárcel de A Lama, procedente de la de Teixeiro, para seguir el juicio que se prolongará varios días. Su abogado, Marcos García Montes, explicó que ha sido ingresado en una celda con medidas de seguridad, para evitar agresiones como las sufridas en el pasado por parte de otros reclusos.

García Montes anunció que actuará contra los denunciantes de sus defendidos por "denuncia falsa", una vez se demuestre que "no han cometido ningún delito".

Tanto esta defensa como la de los otros nueve implicados sostienen si el volcado de datos de los dispositivos informáticos que no se han podido obtener, el juicio está "viciado" desde su inicio.

El fiscal solicita para Miguel Rosendo, que en diciembre cumpliría cuatro años en prisión provisional, penas que suman 66 años por un delito de asociación ilícita, 12 contra la integridad moral, cinco de coacciones y varios delitos contra la libertad sexual. También para otras seis personas relacionadas con los "Miguelianos", entre ellas dos pseudomonjas o "consagradas".