Natalia Amoedo y Ricardo Alonso son una de las más de 300 familias acogedoras de la red de Cruz Roja Galicia. Son padres de un adolescente de 17 años, que desde hace 21 meses comparte la atención de sus padres con un bebé, que llegó a esta casa de Soutomaior con apenas diez días de vida. Aunque no se trata de una adopción, este pequeño es querido y tratado como un hijo. La diferencia está en que saben que algún día se marchará. Y, aunque Natalia reconoce que la despedida es un momento difícil, asegura que es una experiencia extraordinaria. Tanto es así, que este bebé es su segundo acogimiento.

"El momento de la despedida es duro, pero se lleva bien. Es un momento contradictorio porque sientes al mismo tiempo una gran alegría porque el niño se marcha al que será su hogar definitivo y la tristeza propia de su marcha", explica esta pontevedresa de 43 años.

La idea de acoger a un niño partió de su marido. "Mi marido siempre tuvo mucha ilusión por los niños y hacía tiempo que quería hacer algo para ayudar de alguna manera a los más necesitados. Un día, en un comercio, conoció a una chica que tenía un bebé en acogida. Me llamó enseguida y me contó la historia. La verdad es que me convenció enseguida", recuerda.

Así, Natalia se encontró, primero, en la Cruz Roja, donde les informaron sobre este programa, que gestiona en colaboración con la Consellería de Política Social de la Xunta, que es la que deriva los casos, y después en el curso de formación. El bebé no tardó en llegar. Era otro varón, de 22 meses, con quien compartieron sus vidas durante dos años.

"La faceta de madre la tengo cubierta con mi hijo y hace mucho tiempo que decidimos no tener más, pero con el acogimiento damos la oportunidad a otros niños de crecer en una familia, con el mismo cariño y atención que tiene cualquier hijo, hasta que se le encuentra un hogar definitivo. Es una experiencia única y muy gratificante", comenta.

Reconoce que a su hijo le costó entender al principio que sus padres quisieran acoger un niño, aunque no tardó en aceptarlo y acogió sin problemas al nuevo miembro de la familia. "La experiencia fue muy enriquecedora también para él. Tanto que la idea de acoger a uno segundo bebé fue de él", explica Natalia.

En Galicia, 223 niños y niñas están siendo acogidos, mientras que otros 48 están a la espera de acogimiento. Esto depende de que Cruz Roja Galicia encuentre una familia que encaje en las necesidades del niño, ya que este es la prioridad de este programa.

"Hay que tener en cuenta numerosos factores, como dónde vive la familia porque no es lo mismo que un niño de Ourense, por ejemplo, tenga que marcharse a Vigo si tiene meses o siete años y está en el colegio y está agusto en él, o si recibe visitas familiares o no. Tampoco es lo mismo acoger a un niño de 13 años que a un bebé, que requiere la disponibilidad de una persona las 24 horas del día; o si tiene alguna discapacidad o se trata de un grupo de hermanos. Todo esto se tiene en cuenta a la hora de asirnar una familia al menor", explica Mónica Castelao, coordinadora del programa de Familias Acogedoras de Cruz Roja Galicia.