Existen muchas maneras de disfrutar de los rincones que ofrecen las Rías Baixas. Perderse en sus atardeceres, disfrutar del aire puro en el mar en sus cabos, dejar volar la mente a los pies de sus faros€ Y que decir de la postal que ofrece el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Una de las maneras de disfrutar de buena parte de todo este patrimonio es a través de una ruta en coche por la costa, tomando como referencia precisamente los archipiélagos que forman el Parque Nacional.

Un buen punto de partida puede ser Baiona y la zona de Cabo Silleiro, desde donde se contempla uno de los atardeceres más espectaculares de toda la costa. El mar y la luz se convierten en arte.

Desde ese punto, la ruta continúa hacia el norte con Vigo como próxima parada. Es en su horizonte donde se dibuja el extraordinario perfil de las Islas Cíes, una obra maestra de la naturaleza. Desde la distancia se puede imaginar cómo será recorre el Alto da Campa, el faro, el Alto do Príncipe o la Silla de la Reina.

Retomando la marcha, llega el momento de descubrir la península de O Morrazo: Cabo Home, su faro o la Playa de Melide, y continuar bordeando la ría de Pontevedra, sin perder de vista, como no podría ser de otra manera, el archipiélago de Ons. La Ría de Arousa, al norte de esta ruta, también regala la vista de la isla de Sálvora y Cortegada.

Una ruta en coche salpicada de patrimonio

Si ver con perspectiva la magnitud de los islas que dan forma al Parque Nacional de las Islas Atlánticas es el eje central de esta ruta en coche, esto no impide disfrutar del patrimonio cultural.

Parada casi obligatoria es el Monte Santa Trega su ermita, via crucis o petroglifos o la fortaleza de Baiona.

La mejor manera de completar el plan, es disfrutar de la gastronomía, con grandes mariscos y empanadas, y de algunos de los mejores vinos gallegos.