La turberas de Galicia -sitio donde yace la turba, carbón fósil formado por residuos vegetales de color pardo oscuro, aspecto terroso y poco peso- se encuentran entre las que presentan una mayor tasa de acumulación de carbono a nivel mundial --y, por tanto, de secuestro de CO2 presente en la atmósfera, según refleja un estudio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). La institución académica ha explicado que las turberas son espacios naturales que participan en múltiples funciones ecológicas, como la "regulación" de la descarga de agua hacia los ríos o la "depuración" del agua, y hacen de reservorio de biodiversidad.