Pontes (A Coruña), jubilado de Endesa, se inició en el voluntariado "hace aproximadamente 14 años", cuando empezó a colaborar con Cáritas Parroquial de esa localidad, principalmente, "en el reparto de vales de alimentos para las familias con necesidades de primer orden", señala. "Siempre me había interesado el aspecto benéfico de Cáritas y su implicación con los valores de la Iglesia Católica, así es que me decidí a dar el paso, y lo cierto es que el balance es francamente positivo", subraya Juan, quien reconoce que "el voluntariado engancha", de ahí que "hace tres o cuatro años", tras contactar con voluntarios de la Asociación de Voluntarios Informáticos de Galicia (Asvigal) en un centro social de As Pontes, decidiese dar un paso más, iniciando su colaboración con el proyecto que desarrolla la Obra Social La Caixa en la prisión de Teixeiro. "Es un voluntariado diferente en todos los sentidos, porque trabajas en un contexto que no tiene nada que ver, con personas privadas de libertad, y la labor que realizamos es también distinta, pues les damos clases de informática básica, pero ambas experiencias resultan igual de enriquecedoras", resalta este jubilado pontés. "Estoy encantado. Los presos con los que trabajamos son siempre muy respetuosos", añade.