Un Global Hawk, el mayor avión no tripulado de Estados Unidos, se estrelló frente a las costas gallegas el pasado 26 de junio. La Fuerza Aérea Estadounidense no había suministrado información sobre el accidente hasta ahora, cuando lo ha confirmado a través de su centro de seguridad. "La investigación sobre lo ocurrido sigue en marcha, ha confirmado Josh A. Aycock, jefe de asuntos públicos del Centro de Seguridad de la Fuerza Aérea de EE UU, quien precisa que "es política del Departamento de Defensa y Fuerza Aérea no discutir los análisis, hallazgos o recomendaciones de las investigaciones de seguridad, con el fin de proteger el proceso de investigación".

Quien ha revelado en exclusiva este accidente es el prestigioso analista Tyler Rogoway, director de The War Zone, portal dependiente del grupo editor de la revista "Time". Según este experto, el RQ-4 Global Hawk, cuyo coste se estima en unos 200 millones de euros por unidad, se estrelló en aguas al oeste de España el pasado 26 de junio. Una operación de salvamento recuperó desde el lecho marino el avión no tripulado y empacó lo que quedaba de la aeronave para su transporte de regreso a los Estados Unidos y para su inspección a través de la base naval estadounidense en Rota (Cádiz). "Más allá de estos detalles dispersos y no confirmados, realmente no sabemos qué circunstancias rodearon este contratiempo", precisa Rogoway.

El RQ-4 Global Hawk, construido por la compañía estadounidense Northrop Grumman, es un avión no tripulado que desempeña un papel similar al U-2 de Lockheed, el legendario avión espía que fue derribado sobre la Unión Soviética en 1960 y que descubrió los misiles soviéticos en Cuba dos años después. El Global Hawk lleva en servicio veinte años y lleva a cabo misiones para la Fuerza Aérea de Estados Unidos, para la OTAN y para la NASA. Ha sido muy utilizado en el espacio aéreo de Ucrania, el norte del Mar Negro y el este del Mediterráneo, cerca de la costa de Siria. Mide 14.50 metros de largo y casi 40 de envergadura. Puede volar a 65.000 pies (20.000 metros) de altura.

Una evolución reciente del RQ-4 Global Hawk es el MQ-4C Triton, en servicio desde el pasado mes de mayo y especializado en vigilancia marítima.

La rápida operación de rescate, realizada en total secreto, se explica por la tecnología puntera del Global Hawk, que el mando militar estadounidense quiere evitar que caiga en manos de sus enemigos. Para el Pentágono supone una gran pérdida, además, por su alto coste. Este accidente se produjo un año después del ocurrido el 21 de junio de 2017 cerca del pico de Monte Whitney, el segundo más alto de Estados Unidos, en California.

El "Halcón Global" puede supervisar en un solo día un área de 100.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la de Islandia. Posee radares de última generación y sensores electro-ópticos/infrarrojos. Su bautismo de guerra, aún como prototipo, fue el conflicto de Afganistán, que comenzó en 2001, como consecuencia del 11-S.