La actriz Maribel Verdú afirmó ayer en Chile que la irrupción de plataformas de contenidos digitales como Netflix la han convencido para volver a trabajar en series de televisión tras una década alejada de la pantalla pequeña y señaló que ha recibido alguna propuesta.

"Ahora todo ha cambiado con las nuevas plataformas, con Netflix, HBO, Amazon; hay proyectos y ahora sí quiero hacer televisión porque es otra manera de hacer televisión", dijo Verdú en una rueda de prensa en Santiago, donde está como invitada especial de la decimocuarta edición del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic).

La intérprete de 47 años explicó que recibe muchas propuestas de series de televisión en canales españoles, pero no acepta ningún proyecto de ese tipo desde 2008 porque se hastió de la "competencia brutal" que existe entre las cadenas televisivas. "No quiero someterme a los caprichos de las cadenas de fastidiar al contrario cuando somos todos profesionales que vivimos de esto", manifestó.

Giro radical

El panorama, sin embargo, ha dado un giro radical con la masificación del consumo de contenido en plataformas digitales, en las que, según Verdú, actualmente se hace el mejor "cine independiente".

"Hay verdaderas joyas en series y lo que me gusta es que cada capítulo de estas joyas son joyitas en sí mismas", relató Verdú, quien aseguró que ha recibido propuestas y que algún proyecto está bastante avanzado.

La española, ganadora de dos premios Goya, habló también del movimiento "#MeToo" (Yo también), que surgió en la industria de Hollywood, y expresó su deseo de que las reivindicaciones sigan adelante. "Esperemos que un día el mundo deje de ser machista, cosa que francamente creo que es prácticamente imposible, pero hay que seguir luchando y que cada vez haya más directoras de fotografía mujeres, más directoras de festivales mujeres, más directoras de cine y que no tengamos que hablar de esto, que es lo triste, sino que sea algo normal y natural", apuntó.

También explicó por qué nunca dio el salto a Hollywood pese a que ha tenido numerosas propuestas para trabajar en Estados Unidos, especialmente después de su interpretación en "Y tú mamá también", en 2001. "Fue por cobardía y falta de ambición. Necesito sentirme muy arropada, con gente que hable el mismo idioma. No puedo estar en una caravana rodeada de 50 personas y creo que allí (Hollywood) te sientes muy solo y todo el mundo lo dice", afirmó la actriz.