Con mucho sol y calor, pero lejos de lujos como los hoteles turísticos y la playa. Así pasan sus vacaciones once integrantes de la asociación Lápices y Colores, que este año han elegido Zambia como destino solidario. Allí llegaron el pasado 9 de agosto, con veintidós fardos y once mochilas cargados de material para entregar durante su periplo de dos semanas en el que recorrerán decenas de aldeas y conocerán el trabajo de voluntarios que trabajan en este país del centro de África, a más de 7.000 kilómetros de Vigo.

Los "atrevidos" -como ellos mismos se definen- son Jesús, Sara, Blanca, Fernando, Ascen, Esther, Estrella, Andrés, Mabe, Marta y Gonzalo Cossío, el creador de esta iniciativa que este 2018 cumple una década viajando con el objetivo primordial de ayudar a la infancia. Antes que Zambia visitaron Nepal, Burkina Fasso o, el año pasado, Birmania. Cada uno corre con sus propios gastos y ayuda al mismo tiempo que disfruta de unas vacaciones solidarias y únicas en las que en esta ocasión no han faltado improvisados safaris fotográficos a antílopes, cebras y jirafas, visitas a la reserva Nsobe Game Camp y, sobre todo, muchos juegos con los niños africanos.

Tras un viaje de más de quince horas sin contar los retrasos en los diferentes aeropuertos, el grupo de once voluntarios -el más numeroso hasta la fecha- llegó a Lusaka, donde lo primero que hicieron fue cambiar el dinero recaudado, que se reparte en los diferentes lugares en función de sus necesidades. Así, en la primera semana han entregado por ejemplo 2.000 euros para terminar los cuartos de baño de la guardería de un orfanato de la Misión Humi o 100 euros en una lejana aldea llamada Chembo para costear el transporte de las dos próximas cosechas de carbón vegetal hasta donde puedan venderlo. Además de las aportaciones económicas, otro de los cometidos de los turistas es aportar la ropa donada en las aldeas o dos sacos con ropa de bebés que se entregaron al orfanato de Lusekelo.

También la compra de material allí mismo como alimentos para el almacén de la Misión Humi (soja, leche en polvo, sal, aceite, azúcar y harina), buñuelos o fruta que reparten en las aldeas durante sus visitas o medicamentos por valor de 2.500 euros para la doctora Cristina Fazzi, que reside en Ndola. En la agenda, muchas tareas por delante como la compra de bicicletas para la ONG de Vigo Bikes for education y ayudar en todo lo que se pueda, como intentar arreglar un viejo pozo estropeado en una de las muchas aldeas rurales casi escondidas.

Cada día, los integrantes del grupo se turnan para escribir un diario en el que cuentan lo que han hecho. El destino de ese relato son los "lapicit@s", los colaboradores de la asociación que desde la distancia pueden ver como sus aportaciones llegan a su destino. Para sumarse al proyecto se pueden realizar aportaciones en el número de cuenta (ES75 1491 0001 25 3000080131) o participar como socio por 1 euro al mes (www.teaming.net/lapicesycolores), entre otras opciones.