Un médico y un enfermero del Hospital de A Coruña se trasladaron el pasado jueves hasta Mallorca para extraer un hígado de un paciente fallecido de 56 años y traerlo hasta la ciudad donde se lo implantaron a otro hombre, de 45 años, que a día de hoy permanece ingresado en buenas condiciones.

Hasta aquí el proceso sería normal para un hospital como el de A Coruña, que suele estar entre los centros sanitarios españoles que más trasplantes realizan. Pero no fue algo habitual ya que se trató de la primera vez que en España se da con las condiciones que ayer explicaron los responsables sanitarios: el donante se encontraba en asistolia -los médicos le retiraron el soporte vital de manera programada para que falleciera- y, para conseguir que el órgano estuviera en las mejores condiciones, lo "revivieron" a través del sistema ECMO (Oxigenación de membrana extracorpórea), es decir, una máquina que trasladaron hasta el hospital balear y que extrae sangre y la vuelve a introducir en el hígado para que esté en las "mejores condiciones" para el receptor.

El complejo hospitalario es el primero de España que viaja con este sistema portátil y con menos personal que en otros centros. El responsable de la Oficina de Coordinación de Transplantes de A Coruña, Fernando Mosteiro, explicó que él mismo y el enfermero de la misma oficina, Alejandro Montero, son capaces de completar todo el procedimiento, mientras que en otros centros dependen de otros servicios y, por lo menos, de otros tres profesionales sanitarios. El nivel de especialización les ha permitido realizar, con este sistema, cinco operaciones de este tipo en Galicia -dos en Ourense, dos en Lugo y una en Vigo-, y, llegado el momento, se plantearon salir de la comunidad autónoma. "Trasladamos a la Organización Nacional de Transplantes que estábamos dispuestos a movernos por España", añadió Mosteiro, que apuntó que la de Mallorca fue la primera oportunidad de testar el sistema con un viaje de por medio.

Sorteando una tormenta

El profesional de Enfermería explicó cómo maneja el dispositivo, justo después de dejar pasar cinco minutos tras el fallecimiento del paciente. La máquina se usa, dijo, para "revivir el órgano del paciente" a través de un sistema de renovación de sangre oxigenada durante dos horas, para ver, añadió, la "viabilidad" del órgano. Pese a que todo el proceso en Mallorca transcurrió con normalidad, y con mucha expectación por parte de los profesionales baleares, relató el enfermero, el problema, finalmente resuelto, llegó con el traslado del órgano. El avión, de solo cinco plazas, tuvo que sortear una gran tormenta sobre Valencia, donde se llegaron a registrar, en la madrugada del viernes, 15.000 rayos.

Gracias a la "pericia" del piloto, destacó, pudieron llegar hasta A Coruña y trasplantar el viernes el órgano al paciente, que al día siguiente fue subido a planta, donde se encuentra a día de hoy, aún en recuperación, pero en buenas condiciones.