Todo lo que llevamos reseñando estos días de feria. El valor, arte, suerte y honestidad de los toreros carece de sentido cuando enfrente no existe enemigo. Y esto es con lo que se encontró en su primero de su lote Cayetano. Lechón, el astado de la ganadería de Daniel Ruiz, de 460 kilos de total invalidez, deslució de tal manera el festejo que hizo perder los nervios a algún aficionado enfrentándose dialecticamente con el diestro.

Entendemos que de forma totalmente injusta pues el hecho de cometer cuatro pinchazos y un descabello nunca justifica ofender la labor del torero.

En su segundo tuvo enfrente a un morlaco de mucho cuidado que pegaba unos cabezazos muy peligrosos. Calabrés, que así se llamaba el sujeto, provocó el susto de la feria al propinar un revolcón al hijo y nieto de maestros que asistidos por sus subalternos y compañeros de terna comprobaron que no existían daños en el traje de luces.

En un arranque posterior apareció la valentía de la saga Rivera Ordoñez. Cayetano consiguió ligar una serie de buenos muletazos y que acompañado de una certera estocada fue premiado con una oreja.

El festejo que presentaría el encierro mas flojo de la feria comenzó de la mano de un entonadísimo Morante. El de la Puebla del Río se mostró toda la tarde sonriente y con muchas ganas de agradar al respetable. En su primero al que su cuadrilla banderilleó con acierto lo toreó muy despacito tanto por la derecha como al natural. Muy cómodo se encontró siempre y muy por encima de su enemigo. Cuando decidió ajusticiarlo con una media estocada fue suficiente premiada con una oreja.

Posteriormente, se fumó un habano en el callejón en espera de encontrarse con su segundo enemigo !que personalidad la de este torero!

Su segundo toro, de nombre Artesano presentó una flojedad de manos que se repitió en las reses toda la tarde.

Aun así, esto no significaba contratiempo alguno para Morante. Lo lidió con la misma sutileza del primero, conectó con los tendidos y después de despachar a su enemigo con una gran estocada terminó paseando la oreja concedida con varios pañuelos de las peñas anudados a su cuello. Una muy buena tarde sin duda para el torero sevillano.

Presidencia

Ahora toca hablar del binomio Talavante-Presidencia. El diestro de Badajoz es "fina estampa de pura torería" y no salía de su asombro dirigiendo su mirada a la presidencia sin entender que después de realizar lo que presumiblemente ha resultado ser la faena de la feria le negaban un segundo apéndice.

La bronca desde el tendido fue monumental, el respetable insistía una vez y otra también para que el pañuelo de premio volviese a asomar, pero quien manda en la plaza, y mal asesorado, decidieron lo contrario. Mal regusto de boca quedara para ellos.

En su segundo,Talavante majestuoso en su magisterio continuo entusiasmando a los tendidos, acoplado al astado lidió su faena acompañado de constantes oles que retumbaban en la plaza de San Roque. Media estocada sirvió para dar muerte a su enemigo. Y una nueva bronca surgió al negársele otra vez una segunda oreja que los tendidos reclamaban con fuerza.

No importaba porque el entendido público de San Roque manda y ordenó que el diestro extremeño la pasease dando dos vueltas al ruedo.

Salida a hombros merecida para los diestros Morante y Talavante en una gran tarde de toros como colofón a esta feria taurina que tuvo como aciago protagonista en esta última corrida a la presidencia.