Un gran estudio dirigido por la Universidad de Keele (Reino Unido) ha revelado que dormir más de ocho horas está vinculado a una mayor mortalidad y riesgo cardiovascular que aquellas que duermen menos de siete horas. De hecho, apunta a que una duración del sueño de diez horas está relacionada con un 30% más de riesgo de morir en comparación con dormir durante siete horas.