Llevan bolsas de comida, almohada para dormir, paraguas por si las moscas, y hasta ropa de repuesto. Aunque lo más curioso para quien se acerque al lugar sea ver una libreta donde anotan, minuciosamente, los turnos de guardia. "En total somos seis. Cuatro pasaron la noche, una pasó la mañana y ahora me toca a mi esperar hasta la nueve y media o diez", dice Sandra (23 años). Ella es una de las fans que, desde la madrugada del jueves, esperan en Castrelos la llegada de los "triunfitos": Aitana, Ana Guerra, Cepeda, Miriam y Roi.

Para Sandra la actuación de esta noche será la primera que verá de OT, y está muy emocionada. Obtuvo la entrada dos minutos después de iniciarse la venta en la web. "La compré a las 10:02", dice orgullosa y mencionando a su hermana pues, de no ser por ella, no estaría aquí. "La web se había venido abajo desde el ordenador, y fue gracias a mi hermana, que tenía la sesión abierta desde el móvil, que la pude comprar".

La misma suerte de Sandra, la tuvieron María y Lucía, situadas al otro lado del auditorio, en la puerta norte. Ellas relatan que a las diez y seis minutos de la mañana, las entradas ya estaban agotadas y que el objetivo de tan ansiada espera es recibir a los "triunfitos" de la mejor forma posible. Junto a su tienda está desplegada la de Nerea y Rosana. Las cuatro se conocieron en el concierto de Cepeda en el Cadena Dial, en Samil, y han mantenido el contacto desde entonces. Rosana, que había llegado a pagar noventa euros la vez que los "triunfitos" actuaron en A Coruña, sigue sorprendida por el precio del concierto (5,50 euros) y cuenta las horas restantes, incluso cuando duerme. La "fiebre OT" no descansa.