Cambio de ciclo en la comunidad gallega. Tras cuatro días de calor sofocante en la práctica totalidad del territorio, las temperaturas caerán hoy hasta diez grados en el litoral por la llegada de viento procedente del oeste que traerá humedad del Atlántico y alejará la masa de aire tórrido procedente del norte africano. La alerta por temperaturas superiores a los 36 grados todavía permanecerá activada hoy en buena parte de la provincia de Ourense (noroeste, sur, Miño y Valdeorras) pero pasa de naranja a amarilla por lo que no se espera que se repitan máximas superiores a lo 40 grados como de nuevo volvió a ocurrir en la jornada de ayer. Se inactiva en el resto de la comunidad, donde la Xunta de Galicia decretó el domingo la alerta en 43 municipios. En el resto de la península, Baleares y Canarias, 37 provincias estuvieron otra vez en alerta por altas temperaturas y se mantuvo el riesgo extremo o muy alto por incendios en la mayoría. En el caso concreto de Galicia, el riesgo extremo de fuegos forestales permanece en la provincia de Ourense, la cuenca del río Miño y el interior de las provincias de Lugo, A Coruña y Pontevedra.

Al igual que en los tres días precedentes, el mercurio fue protagonista en Arbo con la máxima gallega, que ayer fue de 42,3 grados, casi un grado y medio por debajo del récord alcanzado el sábado, de 43,7º. Más de cuarenta grados a la sombra también se anotaron de nuevo en Arnoia (41,6º), Leiro (41,3º), Ourense (41,2º) y Castrelo de Miño (40,9º). En esta última localidad la máxima se alcanzó de forma tardía, a las 19.20 horas, algo que ocurrió en buena parte de las localidades afectadas por la canícula, en las que el mercurio continuó subiendo pasadas las seis de la tarde.

Como avanzaron las previsiones, ayer hizo más calor con respecto al sábado en la mitad norte gallega, con Lugo a 36,7 grados, Ferrol a 34,9º y Santiago a 35,4º. El termómetro en A Coruña marcó una máxima de 26 grados, lejos de los 21º de la jornada anterior.

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Por el contrario, en las Rías Baixas sí se produjo un ligero descenso y la máxima en Vigo se quedó en 33,3 grados, una marca idéntica a la de Pontevedra. Aunque la jornada volvió a ser sofocante en la ciudad olívica sí se percibió en ocasiones una ligera brisa diurna tras la tercera noche con temperaturas tropicales en la que la mínima se situó en 25,6º.

Salvo en Vigo y Baixo Miño, las temperaturas nocturnas descendieron del sábado al domingo en general en toda Galicia y la mínima más baja, de 10,9º se registró en Calvos de Randín (Ourense).

Récord en el agua

Los efectos de la ola de calor se mantuvieron también en la temperatura del agua superficial de las playas, con 24 grados en Ladeira y 22 en O Vao y Samil. Mientras tanto, en lo que respecta a aguas más profundas, en las que influye más la ausencia de corrientes del norte que el sol, se superó este fin de semana el récord de 21,97 grados detectado en O Vao el pasado 11 de julio. Así, hubo una temperatura a un metro de profundidad de 22,1 grados que fue anotada el sábado a las 14:00 horas. Según informa el Observatorio de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (ECIMAT), la temperatura se mantuvo durante todo el fin de semana por encima de los 20 grados y durante la noche del sábado al domingo apenas osciló alrededor de los 22º.

La situación se transforma a partir de hoy por un cambio en la dirección del viento que pasará de nordeste a oeste y por lo tanto acercará a la franja costera mucha humedad del Atlántico. Esto hará que las temperaturas máximas y también las mínimas sufran un descenso entre moderado y notable que será de hasta diez grados en muchos puntos del litoral. La caída continuará mañana y el miércoles pero se prevé que a partir del jueves y, especialmente el fin de semana, se recuperen de nuevo y rocen los treinta grados en las Rías Baixas, donde se esperan para entonces cielos despejados.

Para ello habrá que esperar ya que Meteogalicia advierte de la llegada de nubes bajas y brumas costeras y por la noche de un frente poco activo dejará alguna lluvia muy débil por el noroeste. En Vigo la máxima prevista es de 25 grados, similar a lo que se espera en Pontevedra (27), Santiago (26), Ferrol (25) y A Coruña (23). En el interior habrá más calor y se esperan 30 grados en Lugo y 36 en Ourense.

Mañana la situación será similar y continuará el descenso del mercurio por lo que ya no se prevé que ninguna de las grandes ciudades supere los 30 grados. Será por el paso de un sistema frontal que dejará de nuevo los cielos nublados , con chubascos aislados en la mitad norte y con posibilidad de apertura de grandes claros en el resto. Para el miércoles siguen bajando las temperaturas y la comunidad quedará en una situación intermedia entre bajas y altas presiones por lo que continuarán las nubes que alternarán con claros, más probables en el sur. Ya a partir del jueves se recuperará la influencia anticiclónica.