La Serra da Groba registró ayer el primer fuego de agosto en plena ola de calor y en una jornada de riesgo extremo incendios en los montes gallegos. La superficie arbolada arrasada en un monte de la parroquia de Mougás, en el municipio de Oia, apenas mide una hectárea -9.000 metros cuadrados, según la información facilitada por la Consellería de Medio Rural. Pero la alerta era máxima y el aviso movilizó un amplio dispositivo, integrado por cuatro helicópteros, tres camiones motobomba, ocho brigadas antiincendios y un agente forestal.

Las llamas se desataban cerca de las dos de la tarde y quedaban controladas a las tres, informó el departamento de la Xunta. Los efectivos actuaron rápido y lograron mantenerlas a raya pese a las condiciones adversas. Las altas temperaturas y la ventisca que se había levantado hacían presagiar lo peor. La psicosis de los incendios de octubre todavía sigue muy presente en los municipios próximos, como Baiona o Nigrán, muy afectados por aquella oleada.

Los agentes de la Xunta permanecieron en el terreno durante algo más de cuatro horas, refrescando los rescoldos para evitar que se propagase con la ayuda del intenso calor y las rachas de viento. Finalmente, Medio Rural lo daba por extinguido a las 18.41 horas.

El municipio de Oia se encontraba ayer en alerta amarilla, por temperaturas superiores a los 36 grados centígrados. Pero el aviso era rojo en numerosos municipios del sur de la comunidad gallega y el riesgo de incendios extremo al superarse los 40 grados.

Así figuraba en el índice de riesgo de incendio forestal (IRDI), que publica diariamente la Consellería de Medio Rural y que calificaba ayer de riesgo extremo las comarcas de Vigo, Baixo Miño y Condado, además de otras del norte de la provincia de Pontevedra como las de Deza y Tabeirós. Asimismo, zonas del sur de la provincia de Lugo alcanzaron los mismos valores. A excepción de las zonas norte de A Coruña y Lugo, el resto de Galicia estaba también en riesgo alto o muy alto de fuego.