La administradora provisional única de RTVE, Rosa María Mateo, se dirigió a los trabajadores de la Corporación a través de una carta, en la que les convoca "a desarrollar una radiotelevisión pública plural, que sea reflejo de la ciudadanía", en la que sus profesionales hagan "su trabajo en libertad para que se vea la excelencia profesional que siempre" les ha caracterizado.

"Vamos a conseguirlo", afirma Rosa María Mateo en la misiva, adelantada por Vertele en la que explica en su primera comunicación a los trabajadores de RTVE que el futuro de la Corporación "pasa inexcusablemente" por que los ciudadanos la perciban "de su lado".

Tras tomar posesión del cargo, el pasado lunes en el Congreso de los Diputados, Rosa María Mateo ha enviado esta carta -fechada el 31 de julio de 2018-, en la que asegura que le es "muy grato" dirigirse a los profesionales de RTVE después de su nombramiento. "Quiero expresaron el orgullo que siento por volver a la empresa de los mejores años de mi trayectoria", indica.

Según asegura, acepta el "reto" de dirigir RTVE por "un sentido de responsabilidad cívica" y da el paso "sin más compromiso que el de defender la pluralidad ideológica y con la independencia profesional como brújula para gestionar los legítimos intereses de partidos, asociaciones y cualquiera otros".

"Regreso con el objetivo de impulsar los valores que constituyen la identidad de RTVE: veracidad, pluralidad e independencia, palabras que pretendo no utilizar en vano", sostiene Mateo, que siente "la obligación moral" de contribuir a fortalecer la idea "del trabajo bien hecho" tras casi 30 años de pertenencia a la Corporación. En este sentido, pone de manifiesto que contará "con todos y todas, sin discriminación alguna, valorando particularmente los criterios profesionales para sacar adelante" el proyecto. "Quisiera, en el tiempo que me corresponda estar al frente de esta empresa, que todos trabajemos con la dignidad que merecemos como personas y como trabajadores", subraya. Aboga además, según indica en la carta, por "recuperar el espíritu que caracterizó la dirección general de Fernando Castedo, quien defendió la libertad de información por encima de todo", y por "afianzar de nuevo la credibilidad que supuso la etapa de consenso y modernidad que se abrió en 2007, con la puesta en marcha de una ley que por primera vez dejó claro que RTVE solo depende del Parlamento y no del gobierno de turno".