La informática es la afición (y mucho más) predilecta de Iván Novegil, pero en su tiempo libre también pasa bastantes horas enfrascado en la lectura, que va desde artículos sobre tecnología a la saga "Harry Potter" -de la que es todo un seguidor- y Lorenzo Silva. "Hasta ahora he podido leer lo mismo que mis compañeros gracias a la biblioteca en papel y virtual que nos proporciona la ONCE", agradece. Pasa por alto que recibió un premio de relatos en Barcelona. Así es Iván.

La organización nacional también está a la última en la audiodescripción de películas y series. "Ahora estoy enganchado a 'La casa de papel' y me gusta 'El ministerio del tiempo' pero prefiero mucho más escuchar la radio", asegura el joven. La Ser y Radio Nacional son sus emisoras preferidas para seguir las noticias y admira especialmente a la locutora Nieves Concostrina.

Vacaciones en caravana

Todos los veranos, Iván y su familia viajan unos días en caravana. "La verdad es que no me gustan los camping ni la playa pero sí disfuto conociendo otras ciudades", cuenta el joven. "Lo curioso es que es él quien nos guía cuando salimos por ahí, buscando en su móvil las direcciones, los autobuses que pasan o los mejores restaurantes", asegura su madre. Visitaron, entre otros países, Suiza, donde Iván quedó prendado "de la puntualidad de sus trenes". "Viajar te da más conocimiento de causa para poder reivindicar mejoras aquí", considera.

En ese tiempo de ocio es en el que Iván se topa de frente más vivamente con la desigualdad. "Ni los museos ni los parques de atracciones o acuáticos suelen estar adaptados para personas con discapacidad", lamenta.

Si este joven de 16 años mantiene su deseo de estudiar Periodismo, tendrá que mudarse a Santiago y, por primera vez, vivir fuera de casa y resolver una asignatura que tiene pendiente: manejarse en la calle completamente solo. "La verdad es que hasta ahora no he salido mucho solo a la calle porque no he tenido necesidad; siempre me han acompañado mis padres o algún compañero, pero no tengo miedo a dar ese paso", asegura.

Sus padres lo vivirán al principio con inquietud, pero están seguros de que se acostumbrará rápidamente. "Al principio habrá que enseñarle bien el nuevo espacio, los recorridos, localizar referencias? pero no nos cabe la menor duda de que, con la actitud con la que encara la vida, se adaptará bien", auguran. Además, Iván admite que tendrá que aprender a cocinar. "Disfruto mucho comiendo pero la verdad es que aún no he aprendido a preparar nada yo mismo y sé que voy a necesitarlo".

María, su madre, asegura que ha educado y exigido lo mismo a sus dos hijos pero es consciente de las capacidades y dificultades de cada uno. "Iván no puede pasar bien el aspirador pero sí vacía perfectamente el lavavajillas", ejemplifica.

Las nuevas tecnologías juegan un papel esencial en el logro de esa autonomía. Iván tiene teléfono móvil desde los doce años y conoce hasta la última funcionalidad del aparato. "Gracias al móvil puedo informarme bien de todos los transportes urbanos; el problema es que aún falta mucho para que estén adaptados y eso nos dificulta mucho las cosas", advierte Novegil, que lamenta, por ejemplo, que no todos los autobuses cuenten con avisadores de paradas.

Tampoco en su vida diaria percibe que haya una verdadera implicación de las administraciones en la discapacidad. "Hemos protestado varias veces sobre los problemas de urbanismo que hay en nuestra propia calle, con unos socavones que para mí son muy complicados. Incluso mandamos, con apoyo de la ONCE, unos informes al concello, pero nadie nos hizo caso y eso me desespera", afirma el joven. Critica también que los semáforos acústicos sólo funcionen en muchas ciudades hasta las diez de la noche. "A la gente le molesta el sonido por la noche pero, ¿qué hacemos nosotros?", pregunta.

Iván choca a menudo con muros difíciles de derribar, pero no ceja en su empeño. "Las personas ciegas tenemos que ser reivindicativas y quejarnos para conseguir mejorar; no podemos esperar que nos den las cosas hechas", afirma contundente.

Siguiendo ese espíritu colaborativo, Iván ha participado en numerosas actividades de la ONCE con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la situación y necesidades de las personas con ceguera. Una de las últimas fue el proyecto "Human Library", en el que varios invidentes explicaban en primera persona su día a día. Iván tituló su relato "La escuela a oscuras".