Más conocido como Julio "Mayo", el fotógrafo gallego Julio Souza falleció el pasado miércoles en México a los 100 años de edad. Nacido en Octubre de 1917 en A Coruña, tuvo una larga y fructífera trayectoria profesional tanto en España como en México. En nuestro país, son muy célebres sus fotos en la primera línea del frente de la guerra civil, en la que, además de reportero gráfico, se había alistado como artillero en el ejército de la República. Previamente, también había fotografiado hechos históricos como la Revolución de Asturias o la promulgación de la Segunda República.

Tras la guerra, se exilió junto a sus hermanos a México, donde, con su empresa Hermanos Mayo, se convirtieron en los más famosos reporteros gráficos del país y trabajaron en casi todos los ámbitos del periodismo, de ahí un patrimonio inmenso de imágenes que van desde la fotografía socialmente comprometida al glamour de las grandes estrellas de Hollywood.

Más acostumbrado a lo largo de su ya dilatada vida a escuchar que se le identificase por Mayo como primer apellido, en lugar de por Souza, el real, Julio era hermano de Francisco y de Cándido, quienes, a su vez y en sociedad con otros dos hermanos, los madrileños Faustino y Pablo Castillo, fundaron a principios de los años 30 del siglo pasado en Madrid una especie de agencia de fotografía que surtía de imágenes a los principales periódicos de la época y que muy pronto pasaría a ser conocida como la de los Hermanos Mayo.

Julio se alistó como voluntario "en defensa de la República" cuando sólo tenía 19 años: "Me presenté en el cuartel Infante Don Juan, en la Moncloa, en julio de 1936 -recordaba en una entrevista-. Me tomaron mi nombre, me dieron una manta, una lata de sardinas, un pan, un fusil Mauser de cinco tiros y ciento cincuenta balas en tres cajas de cartón con sus cincuenta balas cada una (pues no había cartucheras), aunque yo aún no tenía ni idea de cómo funcionaba el cerrojo del pesado fusil".

En plena retirada, a Julio Souza lo ascenderían a teniente, pero a esas alturas era muy consciente de que la guerra estaba perdida y en las filas republicanas ya sólo se pensaba en marcharse de España, para evitar caer presos de los franquistas: "Nos encaminamos a Alicante con el fin de embarcarnos en un barco que según parece tenía como destino Orán, pero ese barco nunca llegó. La que sí llegó fue una división italiana llamada Litorio, que fue la que me hizo prisionero", contaba

El paso por un campo de concentración, la cárcel en Madrid (Carabanchel), el servicio militar forzoso como "soldado de zona liberada en el ejército franquista en la ciudad de Vigo" y la clasificación "D" (de Desafectos al Régimen) persiguieron a un Julio Souza que, en cuanto pudo, y eso fue aún en 1947, tomó el barco para reunirse con sus hermanos en México, a donde éstos ya habían llegado en 1939 y donde refundaron, en una etapa esplendorosa, la nueva Foto Mayo.

Desde finales de los años 30 hasta mediados de los 90, todo acontecimiento relevante en México pasó por el objetivo de esta legendaria agencia cuyas fotos poblaron las páginas de las revistas gráficas más importantes del mundo como Paris Match, Time o Life.

Los Mayo vendían las fotos, pero no el negativo. Demostraron que el trabajo no es propiedad de los medios de comunicación sino de los fotógrafos. Personajes como Trotsky, Diego Rivera, Mario Moreno "Cantinflas" o Frida Kahlo fueron captados por sus cámaras, que retrataron también con dignidad y maestría la convulsa sociedad de México.