El Congreso de los Diputados dio ayer el primer paso para igualar los permisos de paternidad a los de maternidad hasta alcanzar las 16 semanas y que sean intransferibles y remunerados al cien por cien, tal y como planteó Podemos en una proposición de ley que recibió el respaldo unánime de todos los grupos. La propuesta que el grupo confederal registró hace más de un año y medio recibió ayer el espaldarazo unánime del pleno, que apoyó su toma en consideración tras haber superado dos vetos del anterior Gobierno popular, recordó durante su defensa el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias.

Entre los objetivos de esta proposición de ley, demandada por los colectivos feministas y la huelga de mujeres del pasado 8 de marzo, está el reparto de las tareas de cuidados entre los hombres y las mujeres, corresponsabilizándose en este caso de manera igualitaria de la crianza de los hijos, y también frenar "la lacra de la discriminación" de las mujeres en el mundo laboral por el recelo a sus bajas de maternidad.

La regulación actual obliga a la madre a tomar las seis primeras semanas y de forma voluntaria las diez siguientes; los padres tienen un permiso voluntario e intransferible de cuatro semanas desde el día de nacimiento, aunque en los Presupuestos de 2018 el PP y Ciudadanos pactaron ampliarlo a cinco semanas.

Unidos Podemos plantea que los progenitores tengan ese mismo permiso intransferible de 16 semanas para el cuidado de menores en casos de nacimiento, adopción o acogida divisibles en dos periodos distintos: el permiso parental inicial de dos semanas y el crianza de catorce. El incremento del permiso de paternidad, según el texto, será gradual y paulatino de dos semanas al año durante cinco años una vez entre en vigor la ley.

"Me toca muy de cerca y lo quiero dejar bien claro: a mí no me toca ayudar a mi compañera a criar a nuestros hijos, a mí me toca compartir esas tareas al 50%, y quiero que haya una ley que me obligue a hacerlo", subrayó Iglesias.

No solo porque ella tiene derecho a no ser discriminada laboralmente, sino porque sus hijos lo tienen también "a crecer en un entorno y estructura familiar que no sea sexista". "No basta con que los planes de estudios enseñen que todos somos iguales, deben vivirlo en su casa", añadió.

Iglesias agradeció a la sociedad civil esta propuesta, especialmente a su impulsora, la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA), que envió a varios representantes al Congreso a presenciar el debate. Y concluyó recordando a las tres mujeres que le criaron -su madre, su abuela y su tía abuela-, que tuvieron que hacer "muchas renuncias" para ello. "Los hombres de este país les debemos a nuestras madres y abuelas hacer por nuestros hijos aquello que ellas hicieron por nosotros", aseveró.

Pacto de Toledo

Desde el PP, Carmen Dueñas aseguró que el anterior Ejecutivo siempre fue favorable a equiparar los permisos, pero considerando que debían ser sometidos a comisión y análisis del Pacto de Toledo. No obstante, apoyó la proposición "en aras de la responsabilidad" porque desde la oposición quieren seguir trabajando por la igualdad, e invitó al PSOE "a que se ponga a trabajar y a que cumplan las promesas". "Promesas muchas, fotos muchas, pero a ver los hechos", zanjó.

La socialista Esther Peña señaló que la hoja de ruta de su Ejecutivo es "revertir la mirada perversa de PP y Ciudadanos" y quiere "mirar hacia delante" y poder vivir "en un país donde ser padre o madre no sea una cuestión imposible". "El feminismo no es optativo, es obligatorio en democracia", sentenció la diputada, para quien la igualdad es "cuestión de Estado" y la exige la Constitución y las calles.

Por su parte, Patricia Reyes, de Ciudadanos, incidió en que esta medida "es una prioridad, gobierne quien gobierne" y la respalda porque su grupo nunca hará uso del "no es no".