El equipo que excava en la sierra burgalesa de Atapuerca, premio "Príncipe de Asturias" de Investigación Científica y Técnica en 1997, realizará en esta campaña de verano, ya en marcha, una cata en la "Cueva Fantasma", una zona sin estudiar y en la que aspiran a encontrar, en tres o cuatro años, rastros de la presencia de homínidos de hace millón y medio de años. Así lo reveló ayer uno de los codirectores de las excavaciones, Eudald Carbonell, quien incidió en que ese enclave de Atapuerta tiene sedimentos muy antiguos, toda vez que era una cueva que estaba más elevada que otras zonas del complejo y parece ser que no se llegó a inundar, como si sucedió con el resto.

Carbonell matiza que hasta que no se excave no se podrá constatar la presencia de esos rastros pero es optimista porque se han hallado restos de esa antigüedad en D'manisi (Georgia). "No hay razón para que no los haya también en esta parte de Europa", aseveró.