Informar sobre desaparecidos es fundamental, a juicio del periodista Paco Lobatón, pero, "frente a la audacia informativa, tiene que primar la eficacia de la información. Por ello, se muestra crítico con el tratamiento que los medios de comunicación hicieron del caso de Diana Quer, que ha identificado con un "juego de especulaciones".

El que fuera presentador de dos programas sobre casos de desaparecidos, 'Quién Sabe Dónde' (1992-1998) y 'Desaparecidos' (2018), está haciendo una gira para presentar su libro, "Te buscaré mientras viva", donde se recogen 14 testimonios de familiares de desaparecidos y que ya va por su segunda edición.

Tras la presentación de Santiago, el periodista, que ayer llevó su obra a Boiro, transmitió una visión crítica en relación al tratamiento informativo que se desarrolló en el caso de Diana Quer; si bien considera clave informar, puesto que "la actividad pública en torno a las desapariciones es un reclamo importantísimo".

"Dinámica mercantil"

Sobre el crimen de O Barbanza, sin embargo, entiende que se creó una "dinámica mercantil", donde los objetivos comerciales de los medios de aumentar la audiencia primaron sobre el intimidad y el honor de Diana Quer y su familia. "Es indecente hacer de este caso una exposición a gran escala", señaló.

El libro trata este caso en su prólogo, titulado "El legado de Diana Quer". El periodista ha explicado que cuando el libro estaba prácticamente cerrado, apareció el cádaver de Diana Quer y fue detenido "El Chicle".

"La editorial me contactó para que añadiera una reflexión sobre la desaparición, en todos los sentidos, en el plano familiar, social, de la investigación policial y del tratamiento informativo", explicó. Además, Lobatón declaró que dicha parte del libro "era muy compleja porque se había prestado a un juego especulativo" por parte de los medios de comunicación.

En esta línea, el autor también habló sobre el caso de Gabriel Cruz, sobre el que dijo que "el despliegue desenfrenado de medios" hizo, en su momento, "imposible" el trabajo de la Guardia Civil e incluso, si el menor hubiese seguido con vida, podría haber puesto "en riesgo su integridad".