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John Verdon: "Somos capaces de hacer cosas peores de las que imaginamos"

"Trump logró algo doloroso pero útil: dramatizó la ilusión de que vivíamos en un país unido, que realmente está dividido"

John Verdon

John Verdon (Bronx, Nueva York, 1942) publicó su primera novela policiaca a los 65 años. Para entonces ya había sido destacado ejecutivo de una agencia publicitaria, y había abandonado el caldero neoyorquino para trasladarse al campo con intención de iniciarse en la carpintería. Ha escrito seis libros, protagonizados por su detective fetiche David Gurney y que lo han convertido en un superventas. Está en España para lanzar Arderás en la tormenta.

-¿Cualquiera puede ser un asesino en circunstancias propicias?

-Es genéricamente cierto. Todos somos capaces de hacer cosas mucho peores de lo que podríamos imaginar.

-¿El Mal será siempre más atractivo?

-El Mal capta nuestra atención, y es más atractivo en este aspecto. Los seres humanos son muy sensibles al riesgo. Cuando surge el conflicto, la amenaza o la maldad, buscan a alguien que se haga cargo de la situación.

-Así entra en juego el detective, que en la ficción ha de ser corrupto.

-No lo considero necesario, discrepo de escritores más realistas. Mi David Gurney se comporta como una fuerza en favor de la honestidad y la sensatez. Nunca se dejaría corromper, aunque tiene debilidades. Por ejemplo, se ha dejado absorber demasiado por su trabajo.

-'Arderás en la tormenta' se adentra en el conflicto racial, ¿los policías americanos son racistas?

-No, todos tenemos un sesgo o un prejuicio sobre nuestras expectativas frente a una raza particular, pero la comunidad afroamericana es injustamente hostil hacia policías que arriesgan sus vidas en condiciones de peligro extremo. Solzhenitsyn decía que la línea entre el bien y el mal no divide grupos o razas, sino que atraviesa cada corazón.

-En España costaba entender el veredicto de inocencia de O.J. Simpson.

-Fue un caso revelador, porque la comunidad afroamericana estaba encantada con el veredicto, que asumió como un motivo de celebración. En cambio, las capas conservadoras estaban asombradas y desconcertadas. Descubrimos que estábamos más lejos unos de otros de lo que imaginábamos.

-Se suponía que Obama acabaría con las guerras raciales.

-Pensábamos con notable ingenuidad que con Obama se superaban las guerras raciales. No nos dimos cuenta de que su elección enfureció a un montón de personas del otro bando en conflicto.

-¿Los policías deben llevar cámaras para grabar todas sus acciones?

-Hay algunas resistencias, pero son útiles. En el caso de un conflicto con otra persona, las cámaras no son perfectas, pero ayudan a dar objetividad a tu versión.

-¿A qué escritor vivo o muerto invitaría a cenar?

-A Oliver Sacks.

-Los estadounidenses tienen fama de tipos duros.

-Jajaja, no tengo ni idea. Se podía hablar de norteamericanos en algún punto de anteriores generaciones, pero hoy somos 325 millones y todos proceden de otro lugar. Me pregunto si puede hablarse de un solo país.

-¿Y qué se responde?

-Los países se están haciendo tribales, separados por fosas cada vez más indignadas y profundas. Internet debía unir a la gente, pero solo ha traído más clanes y más ira. El desacuerdo degenera en odio.

-¿Qué libro me sorprendería encontrar en sus estanterías?

-¿William Butler Yeats? Y algunos tomos de poesía antigua.

-Pérez-Reverte sostiene que cada escritor contiene un número limitado de libros.

-Sobre todo si piensa morirse. Uno de mis novelistas favoritos era Reginald Hill, que escribió una novela al año hasta alcanzar las 52. Dado que empecé a los 65, mis objetivos son más modestos. Cuando acabo un libro, nunca sé si habrá otro, que acaba por arrastrarme hacia él.

-¿Conoce a alguien que no disfrute con las novelas policiacas?

-Donde vivo, conozco a personas que no las leen y que casi sienten la necesidad de disculparse por ello. Las mujeres temen los argumentos más sangrientos o perturbadores. Mis libros no van por ese camino.

-¿Por qué le inspira más el inglés Sherlock Holmes que el americano Poe?

-Porque Sherlock Holmes aplica el poder de la lógica para resolver problemas, y así funciona mi mente. Me interpela. En cambio, los relatos de Poe me provocan una sensación muy rara. Me mareo leyéndolo.

-¿La novela negra nórdica está derrotando a la estadounidense?

-Lo cierto es que conozco muy pocos escritores con idéntica popularidad en todos los países. James Patterson o Lee Child venden millones en Estados Unidos, pero no en España.

-¿Ha echado a faltar una pregunta sobre Donald Trump?

-Intento no hablar sobre Donald Trump específicamente. De un modo extraño ha conseguido algo doloroso y terrorífico, pero también útil. Ha dramatizado que vivíamos en la ilusión de un país unido, pero que en realidad está dividido. No por culpa del presidente, que solo nos ha llevado a darnos cuenta de la gravedad de la escisión.

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