"Playa", quizás, no sea la primera palabra que le viene a la cabeza al viajero de fuera interesado en venir a Galicia. Quizás tenga más presente otras como "Camino", "verde" o "marisco". Pero eso no quiere decir que los arenales no sean un punto esencial en cualquier viaje a estas tierras.

Y así lo ha entendido la celebérrima y prestigiosa Lonely Planet, que en su primera guía de la comunidad ha dedicado un apartado específico con las ocho playas que considera imprescindibles. "Las hay recogidas, abrigadas por árboles, y también infinitas, recortadas por acantilados, pero todas se caracterizan por ser auténticas, naturales, de arena blanca y agua limpia", escribe Andrea Nogueira, la periodista moañesa autora del texto.

Rodas

Playa de Rodas, en primer término, con la península de O Morrazo al fondo Marta G. Brea

Inevitable que encabezase el listado Rodas, sin duda la más reconocido en la prensa internacional, empezando por aquel famoso ranking elaborado por The Guardian que la descubrió al mundo anglosajón. La autora del texto tampoco escatima y la define como "una de las playas más hermosas del mundo".

Liméns

Playa de Liméns Gonzalo Núñez

De la parte continental de la ría de Vigo, la guía se queda con Liméns. "Tranquila, natural, amplia, de agua transparente y arena fina". En la costa de O Morrazo, apunta la periodista, "se salta de una playa a otra casi sin darse cuenta. Todas son maravillosas para pasear y bañarse".

Melide

Aunque también ha crecido en los últimos años la afluencia de viajeros a Ons, sigue siendo una gran desconocida comparada con las Cíes. La Lonely Planet se queda con la playa de Melide, una "medialuna de arena blanca y agua turquesa".

A Lanzada

Otra imprescindible en toda lista de playas gallegas. Entre Sanxenxo y O Grove, "el viento ha moldeado un puente de arena donde los juncos crecen frente a las olas". La guía también recomienda la visita a la ermita de Nuestra Señora de A Lanzada y hace alusión al famoso rito para favorecer la fertilidad.

Carnota

Siguiendo hacia el norte, la Lonely Planet se detiene en la más extensa de las playas gallegas, la de Carnota, de unos siete kilómetros. Con el Monte Pindo en un extremo, el cabo Fisterra al fondo y el mirador de O Ézaro a un paso, por si fuera poco.

Doniños

Vista aérea de la playa de Doniños Turgalicia

De la puerta sur de A Costa da Morte, la guía salta directamente a las afueras de Ferrol, donde "1700 metros de arena y grandes olas incitan a la práctica del surf en un espacio virginal. La autora comenta el sistema dunar y la laguna y desvela que en el extremo sur de Doniños hay otra playa "de difícil acceso y, quizás por este motivo, nudista: Lumebó".

A Frouxeira

Playa de A Frouxeira, con el faro al fondo Turgalicia

Otra de las favoritas para los surfistas, continuando hacia el este, ya en el Concello de Valdoviño. "Cuenta con 3,5 kilómetros de arena golpeada constantemente por un mar bravo. Impresiona su tamaño, la fuerza del viento en el agua, la serenidad del faro de punta Frouxeira y las curiosas formaciones rocosas en el extremo norte" escribe Andrea Nogueira, que también alude a la laguna, declarada Humedal de Importancia Internacional y Zona de Especial Protección para las Aves.

As Catedrais

Playa de As Catedrais, en Ribadeo Simón Espinosa

Ya en aguas del Cantábrico, otra playa de referencia obligada e imán para turistas: la de Augas Santas, más conocida por el nombre de As Catedrais. "No es la mejor para bañarse por el fuerte oleaje, pero sin duda es la más singular y artística".