- ¿Llegaremos a incorporar "miembra" al lenguaje coloquial?

-Cuando Bibiana Aído dijo "miembra" se montó un revuelo. Hoy no es tan raro oír "miembra" como oímos decir socia. En el sistema de construcción del español "miembra" no tiene problema y se incorporará cuando el uso lo determine. ¿Debemos llevarnos constantemente la manos a la cabeza? Igual no merece tanto la pena.

-¿Escribimos como hablamos?

-Uno de los problemas es la oralización del texto. La gente escribe como habla y al hacer esto, porque es muy inmediato, te encuentras con problemas porque escribes rápido. Lo importante es que sepas cómo tienes que expresarte en los distintos formatos.

- ¿Qué falta de ortografía le cuesta perdonar?

- Cuando veo una falta muy grave me sonrojo y lo paso mal porque no soy capaz de decirle a la otra persona que la ha cometido. Son faltas que denotan falta de formación y te impresiona.

- ¿Toleraría las faltas de ortografía en las universidades?

-No, y no debería ser tolerable. Hay conceptos en la educación, como la ortografía o que se prescinda de la Filosofía en la formación del individuo, que son vergonzosos.

- Cada año, la Fundéu elige la palabra del año. ¿Cómo se trabaja en ello?

- Trabajamos sobre las palabras que ya hemos tratado durante el año. Junto al consejo asesor, planteamos una selección, se comparten y se ven en cuántas coincidimos, analizamos la palabra, la fuerza en el discurso informativo y tratamos que tenga simbología informativa y lingüística. Siempre fueron palabras conocidas salvo "aporofobia", que consideramos que tenía un valor interesante por dar a conocer una realidad que no tenía un nombre y que respondía el rechazo al pobre.

- Aporofobia, populismo, refugiado, selfi y escrache han sido las palabras del año para la Fundéu. ¿Cuál es su favorita?

-Aporofobia. Por este valor social. Si no hay una palabra no hay una realidad. La necesidad de buscar una palabra para definir la realidad es muy importante.

- Vivimos en una sociedad que cambia a un ritmo vertiginoso. Van a tener que buscar muchas palabras nuevas.

-Hay un trabajo ingente, hay que estar siempre atentos. Estamos ante realidades nuevas a las que se le están buscando palabras nuevas. Es una vorágine y realmente complicado, pero nuestro idioma está sano. Tiene todos los recursos para responder con flexibilidad a realidades nuevas.