151,6 millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años se ven obligados o forzados a trabajar en la actualidad. Casi la mitad (73 millones) están obligados a desempeñar trabajos peligrosos como la manipulación de productos químicos (respirando sustancias tóxicas), el transporte de cargas pesadas o incluso llevar a cabo labores en las alturas, bajo el agua, en recintos confinados o por la noche.

Si se dieran la mano, estos 73 millones de niños y niñas rodearían el globo terráqueo. El objetivo de Unicef es que la población se adhiera con su firma a un movimiento que reclama la erradicación de cualquier clase de explotación infantil. "Tú puedes ser su botón de emergencia", reza la campaña.

#TheUnescapeRoom consiste en recrear lo que viven millones de niños en un escape room que simula una mina de oro en Camerúnescape room . Un grupo de personas participó pensando que era un juego y tanto su vivencia como sus reacciones forman parte del vídeo con el que Unicef espera agitar conciencias.

Para recrear y elaborar esta campaña la organización sin ánimo de lucro eligió una empresa de Vigo, Eskapark. "El reto no fue constructivo, sino intentar que el grupo viviese en una hora todas las sensaciones que experimentan los niños y niñas. El calor, los gritos, el olor a azufre...", explica el gallego Jorge Martínez, director de este centro de escapismo.

Pues el "botón de emergencia" al que se refiere la campaña es la forma que tuvieron los que vivieron esta experiencia de escapismo en persona. Pulsar el botón significa salir, pero también conocer que has estado trabajando sometido como les sucede a millones de niños. Es un golpe de realidad para nosotros y el día a día para ellos. "La peor parte me tocó a mí. Ellos piensan que esto es un juego pero ¿y si no lo es? ¿Y si esto es la vida?", aseguró el game master Borja Pérez, que hizo de capataz en el experimento.

Hadiza (nombre ficticio), de 15 años, tuvo que dejar de trabajar vendiendo en la calle porque, asegura, "todos los hombres me pedían que me acostase con ellos". De ahí pasó a estar explotada trabajando como criada en la casa de un polígamo con veinte hijos. Como Hadiza, tres de cada cinco niñas en Níger están trabajando en un ambiente considerado perjudicial para su salud y desarrollo. Según los datos de Unicef, África Subsahariana es la región con la más alta incidencia de niños trabajadores, seguida por Asia y América Latina.

Unicef pretende ampliar su masa crítica y que la población de todo el mundo vuelva la vista de nuevo hacia este problema. Desde el año 2000, el número de niños que trabajan en condiciones peligrosas se ha reducido en más de un 50% pero en el periodo 2012-2016 las cifras se han estancado.

"Tenemos siete años para acabar con esto", asevera Maite Pacheco, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Unicef Comité Español. Los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a acabar con el trabajo infantil forzoso para el año 2025; es una de las metas contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.