"Apabullada". Así confesó sentirse ayer María Xosé Queizán, escritora y figura incontestable del movimiento feminista no solo en Galicia, sino en España, cuando llegó al Hotel Los Escudos de Vigo, donde la aguardaban cerca de 150 feministas, llegadas de toda Galicia, convocadas para rendirle homenaje o, como dijo una de las invitadas ante la insistencia de la creadora de que no era merecedora de tal acto, un "mullerenaxe". Llegó "engañada" por su amiga Amanda Álvarez, con quien, en teoría, iba a viajar a Burgos. El viaje, sin embargo, se detuvo en Alcabre.

"No sabía nada y ha sido muy emocionante, pero no creo que me lo merezca. Yo he hecho y escrito siempre lo que he querido, y siempre he defendido mi criterio, aunque esto me haya supuesto enfrentarme a otras mujeres también", dijo la homenajeada a FARO. Eso sí, todo lo que ha hecho y escrito lo ha hecho con pasión. "Siempre hice las cosas porque quise hacerlas y con toda la pasión", afirmó la fundadora de la revista "Festa da palabra silenciada", publicación que ha servido de altavoz para los trabajos feministas.

La escritoras Marilar Aleixandre, María Reimóndez, Camiño Noia, Carme Paneiro, Inma López Silva y Yolanda Castaño; la poeta y periodista cultural Ana Romaní, la periodista Tereixa Navaza; la escritora y cineasta Margarida Ledo; la política y periodista María Xosé Porteiro; la actriz y escritora Marga Romero (Marga do Val); la política y escritora Pilar García Negro; la profesora de Filosofía y exdiputada del BNG Carme Adán; la catedrática de Filosofía Chis Oliveira; la actriz Marta Pérez, de Inversa Teatro; la cantante Uxía; la coordinadora de la Rede Vecinal de Mulleres contra os Malos Tratos, Rosa Fontaíña; la exconcejala Iolanda Veloso; la psicóloga Felisa Balboa; la doctora Celia Miralles, y la peluquera Mara Costas son algunas de las mujeres que arroparon a Queizán en este almuerzo-homenaje sorpresa, que no solo reivindicó su papel en el movimiento feminista, sino también en la literatura gallega. Por ello, en el bloque de intervenciones que se abrió tras los postres, su obra literaria tuvo también una presencia importante y se recitaron algunos de los versos de poemarios como "Metáfora da metáfora", "Cólera" y "Fóra de min", y reivindicó su ingreso en la Real Academia Galega (RAG).

"Esta es la academia. Esta es una academia laica, feminista", dijo Marga Romero, palabras que fueron acogidas con un cerrado aplauso. Y no fue la única reivindicación de la velada. Tras las palabras que pronunció Ana Romaní, se reivindicó la recuperación del programa de la Radio Galega "Diario cultural", que dirige y presenta la académica numeraria electa de la RAG.

La periodista Tereixa Navaza ejerció de maestra de ceremonias en una fiesta que contó también con las actuaciones de la cantante Uxía, la acordeonista Sabela Dacal y la actriz Marta Pérez, que hizo una breve adaptación de un fragmento de la novela "Son noxento".

Compromiso, solidaridad, crítica y controversia son algunos de los términos con los que representantes de la cultura gallega como Camiño Nogueira, Carme Panero, Marga Romero, Margarida Ledo, Luisa Ocampo, Teresa Barro y Yolanda Castaño definieron a María Xosé Queizán, quien, como dijeron, contribuyó al movimiento feminista a través de su vasta producción literaria, que abarca desde la poesía al ensayo.

"María Xosé Queizán, desde el inicio de su actividad literaria y crítica, se confirmó como mujer, como gallega y como escritura de libre pensamiento autoconcedido", manifestó Pilar García Negro. "Eras y sigues siendo rebelde y dueña de ti. Tu valía es extraordinaria. Hiciste de nosotras una hermandad", agregó María Xosé Porteiro, mientras que Carme Panero dijo que no podía haber otro año mejor que este para reconocer la aportación de Queizán en la lucha feminista. "Este año se cumplieron tus premoniciones y por fin hubo una huelga de mujeres, como vaticinabas", dijo. El homenaje se selló con un recuerdo: un broche, unas flores y un libro.