El tratamiento habitual del síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) en edades tempranas es la adenotonsilectomía, una intervención quirúrgica que normaliza los parámetros de respiración nocturna, además de contribuir a la mejora de los síntomas diurnos. Esta cirugía es eficaz, pero tiene un moderado ratio de persistencia de enfermedad y no corrige la discrepancia ortodóntica transversal, por lo que resulta necesario un diagnóstico precoz y un tratamiento de ortodoncia asociado para que los resultados sean mejores.

La detección temprana y el tratamiento de la Apnea del Sueño Infantil fue uno de los temas que se trató en el congreso de la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO), entidad que preside el vigués Juan Carlos Pérez Varela, que se celebra estos días en Tarragona. Cuando en lugar de por la nariz, la respiración se produce a través de la boca se puede ver alterado el desarrollo maxilofacial de los niños en etapa de crecimiento, según los ortodoncistas de práctica exclusiva José Luis Insua (Almería), Martín Navarro (Málaga) y Encarna de Fernando (Madrid).

Uno de los síntomas más evidentes del SAOS para los padres son los ronquidos. "Los niños que tienen dificultades respiratorias de vía alta hacen ruido al dormir, aunque no todos los niños que roncan tienen SAOS, es necesario llevarlo a un especialista para que le haga un diagnóstico", explica Martín Navarro.

Los niños que tienen apnea del sueño suelen dejar de respirar durante 10 a 30 segundos mientras duermen aproximadamente. Estas interrupciones cortas en la respiración pueden ocurrir hasta 400 veces cada noche. Los períodos sin respiración le pueden hacer despertar del sueño profundo reparador.

"Estos pequeños pacientes suelen tener una cara muy característica (lo que los otorrinos llaman Facies adenoidea) alargada, con una mandíbula pequeña y echada hacia atrás (con paladar estrecho, mordida cruzada y los incisivos hacia delante). Estos niños suelen tener muchas ojeras porque no descansan adecuadamente", concreta la ortodoncista Encarna de Fernando. Por ello, el SAOS tiene consecuencias mucho más graves que los ronquidos. Una de ellas es el déficit de atención en el colegio.

"En algunos casos un mal rendimiento escolar puede deberse a que el niño no respira bien, igual que en los adultos está demostrada la vinculación de la Apnea del Sueño con accidentes de tráfico, los problemas para respirar durante la noche, les provocan somnolencia durante el día, lo que conlleva dificultad para prestar atención y en muchos casos acaba acarreando problemas de conducta en los niños que padecen SAOS", advierte José Luis Insua.

El SAOS también perjudica el desarrollo dentofacial del niño. Por ello, el ortodoncista es muchas veces el primero en diagnosticar el problema, junto con el pediatra y el otorrino, ya que son los tres profesionales de la salud que suelen detectar las señales de alarma.. El otodoncista en cuanto ve la deformidad dentofacial puede revisar la vía aérea gracias a las radiografías que se realizan en las revisiones ortodóncicas y que la SEDO recomienda hacer a los 6 años.

"Cuando hay SAOS normalmente se observa una vía aérea estrecha, y hoy en día incluso pueden medirla con las nuevas tecnologías digitales 3D aplicadas al diagnóstico que muchos ortodoncistas de práctica exclusiva tienen en sus consultas, para ver el volumen aéreo que entra. Y es importante tratarlos porque el SAOS les está causando problemas en el desarrollo, no solo dentofacial, sino que suele repercutirles en el día a día, por ello hay que tomarse este problema con seriedad", advierten los especialistas. Por ello insisten en la necesidad de la divulgación y del diagnóstico interdisciplinar. "Si los pediatras, otorrinos, los médicos de cabecera que ven a los niños no piensan en la apnea del sueño, estos niños no se diagnostican, porque los padres tampoco conocen los síntomas ni pueden detectarlos".

Podría decirse que los síntomas de la apnea del sueño en niños son casi opuestos a los de los mayores: en lugar de presentar una excesiva somnolencia durante el día, los niños que sufren de apnea manifiestan una excesiva inquietud, sobreexcitación, entre otras cosas.

Hay estudios que demuestran que la apnea del sueño infantil no tratada puede produce un deterioro en el rendimiento intelectual, ya que perjudica su desarrollo. Los expertos estiman que puede suponer la pérdida de coeficiente intelectual de hasta 15 puntos. "Son niños que no descansan bien porque no duermen bien. Para resolver este problema adecuadamente es necesario un tratamiento interdisciplinar en el que intervienen especialistas de áreas muy diversas, como el pediatra y el ortodoncista, pero también el neumólogo y otorrino", explica Encarna de Fernando.

Saber cuantificar la apnea es muy importante para poder valorar la gravedad del problema y que así los especialistas implicados puedan tomar en conjunto las mejores decisiones para poder resolverlo. El SAOS infantil, con solo 3 episodios por hora ya se diagnostica apnea del sueño, en ese sentido sí es un poco diferente al de los adultos. Respecto al tratamiento, en la edad adulta se trata de una forma similar con los dispositivos de avance mandibular.