El escritor valenciano contó ayer en su conferencia que prácticamente no hizo correcciones a esta séptima novela, "Firmamento". Un libro que describió como "sin adornos" en el que está lo justo: no falta ni sobra nada. La única dificultad que Màxim Huerta confesó fue a la hora de decidirse con la dedicatoria.

"Creo que lo que más me costó con este libro fue la dedicatoria", afirmó. "Es para Clara, mi madre. Dudé porque acababa de morir mi padre y me sentía como en deuda, creía que tenía que ser para él. Pero decidí que fuese para quien lo iba a leer", explicó Huerta.

"Esta novela va a gustar mucho", fue lo que dijo la madre del autor tras leerla. "Mi madre es una gran lectora y no hablamos mucho de mis novelas. Hablar de la novela con ella es analizarla? y una madre te ve en todas las novelas. Y puede creer que eres Mario. Pero no eres Mario, ni Ana, ni ninguno de tus personajes", esgrimió el valenciano.

Nuevos retos profesionales

Huerta avanzó en el Club FARO que pronto se desvelará su nuevo reto profesional. "Estoy muy ilusionado por lo que viene ahora", aseguró.

"Soy un hombre de retos y me gusta dar un paso más, hacer algo nuevo y apostar por los cambios. Es muy bueno cambiar, mojarse, renovarse en la vida y hacer cosas en las que crees. Soy alguien que ha dado muchos pasos adelante. Dejé el periódico de mi pueblo, la televisión autonómica? Siempre ha habido momentos en mi vida en los que pensé que tenía que parar y hacer otra cosa. Con todos los riesgos. A veces el miedo es lo que más nos paraliza. Plantearse un reto me parece muy sano. Vida solo tenemos una y hay que llenarla", argumentó Huerta.