Los crímenes y los criminales son los que impulsan, para la escritora Nieves Abarca, la novela negra, que no deja de ser un reflejo "creíble" de los "impulsos humanos" que detectan los lectores en la realidad. Estos hechos, para la autora, demuestran que en muchas ocasiones "la ficción supera la realidad": "Casos como el del Chicle y Diana Quer nos demuestran que los asesinos en serie están entre nosotros".

La autora coruñesa, nuevamente de la mano del criminólogo Vicente Garrido, acaba de publicar 'El beso de Tosca' (Ediciones B), una nueva novela negra en la que ambos dan un giro a su trayectoria alejándose un poco del ámbito policíaco para entrar más de lleno en el crimen y el misterio.

Así, las aventuras de la agente Valentina Negro, que protagonizó sus cuatro anteriores trabajos, quedan ahora aparcadas momentáneamente para dar vida a una historia que mezcla multitud de tramas, donde se reflejan mundos como la ópera y el boxeo y que traslada su emplazamiento al Liceo de Barcelona.

En una entrevista concedida a Europa Press, Nieves Abarca ha reconocido que en esta ocasión fue la trama la que eligió la localización, dado que habían decidido introducir el mundo "oscuro" y un tanto "dramático" de la ópera.

"No está ambientada en Galicia porque en Galicia no está El Liceo", ha reconocido, bromeando, la escritora, para quien este lugar fue el eje central en el que desarrollar la trama, así como la relevancia de Barcelona como "cuna de la novela negra".

Galicia, tierra criminal

No obstante, Abarca reconoce que la criminalidad en Galicia es una fuente importante de inspiración. "Galicia siempre ha sido una tierra bastante criminal y tiene historias criminales muy potentes. La criminalidad en Galicia da para muchos libros", ha apuntado la escritora, que ha analizado casos como el asesinato de Asunta Basterra o, más recientemente, la desaparición y muerte de Diana Quer.

"Casos como el del Chicle nos demuestran que los asesinos en serie están entre nosotros, que quizás no lleguen a actuar nunca, o se les pare a tiempo, o no se establezcan nexos, pero están ahí", ha considerado Nieves Abarca, que también se ha referido al misterio que rodea el asesinato de Elisa Abruñedo, ocurrido en 2013 y que todavía no tiene un culpable.

La autora de 'El beso de Tosca' ha destacado la literatura y la cultura norteamericana, que "ha sabido apropiarse" de los criminales célebres y los asesinos en serie. "Pero no son patrimonio suyo, están entre nosotros", ha explicado, recordando casos criminales de gran trascendencia en España y Galicia.

El impulso de los lectores de novela negra es, de hecho, "los criminales" y las personas que "ven lo que pueden hacer" y consideran estas historias "creíbles". "La imaginación está muy penalizada, si escribes algo como el asesinato de Asunta en un libro te dirán que qué cosas se te ocurren, sin embargo, ocurre en la realidad", ha recordado.

Boxeo y ópera

'El beso de Tosca' es, dentro del trabajo de Abarca y Garrido, algo "completamente nuevo" y que supuso un "reto" para los escritores. Entre los elementos que decidieron introducir destacan dos que, aunque poco habituales en teoría, cuentan "con muchos adeptos": la ópera y el boxeo.

Para ello, ambos se basaron en su propia experiencia como aficionados a las dos disciplinas y, concretamente, aprovecharon el 'cliché' del boxeo y su ambiente.

Del mismo modo, como es habitual en sus trabajos, en esta está presente de forma intensa la cultura, concretamente la música, a través de la ópera. "No hay nada más negro que la ópera", ha dicho a Europa Press Nieves Abarca, que ha querido alejarse de los prototipos de asesinatos y crímenes ocurridos en ámbitos como el del rock para "no encasillarse siempre en lo mismo".

A mayores, 'El beso de Tosca' desarrolla una trama en la que se mezclan numerosos personajes, sucesos y niveles de acción. "Como la vida misma, en la que nos encontramos inmersos en muchas cosas al mismo tiempo", destaca la autora.

Sobre su relación literaria con Vicente Garrido y su proyecto de escritura 'a cuatro manos', la autora ha puesto de relevancia su compenetración. "Nos sale todo de forma muy intuitiva, muy visceral", reconoce Abarca, "cada uno aporta cosas distintas y su visión, nos complementamos muy bien".