Las trastornos por adicción afectan a gente cada vez más joven, y si la exposición al estímulo de la droga o de la conducta potencialmente placentera es intensa, de efecto inmediato y repetitivo, puede provocar cambios cerebrales que pueden llegar a ser irreversibles. Así lo advierte el psiquiatra Augusto Zafra, responsable de las unidades de Salud Mental y Desintoxicación y Patología Dual en los hospitales Vithas Nisa Valencia al Mar y Aguas Vivas, quien aboga por el "uso juicioso" de un problema creciente de nuestro tiempo como son las nuevas tecnologías. Zafra asegura que el 80% de las personas que tienen una adicción sufren al menos un trastorno mental asociado.

El "tridente tóxico" de las adicciones a sustancias continúa siendo alcohol, cocaína y cannabis, pero se está observando una mayor prevalencia, un "abuso" y un "mal uso" en el consumo de ansiolíticos y de analgésicos opioides. También son importantes las adicciones conductuales y comportamentales: la clásica y la más conocida es la ludopatía, en la que actualmente existe un cambio del perfil de enfermo. Si antes era una persona de mediana edad que iba a la máquina tragaperras, ahora la accesibilidad a internet y los portales virtuales "capta a jugadores de edades cada vez más tempranas y con una rápida progresión al comportamiento adictivo".

Perfil

"Son personas que han nacido en la era de la tecnología, que ya han interiorizado este tipo de estímulos desde pequeños", señala Zafra, para advertir de que si estos menores tienen una predisposición o vulnerabilidad innata o adquirida "tarde o temprano están en alto riesgo de desarrollar un problema de adicción".

Según el psiquiatra, el peligro de un mal uso de las herramientas tecnológicas es que son "estímulos directos, muy potentes y muy accesibles para la persona -enseguida tiene respuesta por la pantalla-- de 24 horas al día -no tiene que salir de casa ni alternar socialmente-- por lo que la conducta repetitiva va cada más rápida hasta volverse un acto compulsivo, con pérdida de autocontrol y de libertad, pudiendo desarrollar un trastorno adictivo".