Antonio Requena, director general médico del grupo IVI, que cuenta con 70 clínicas en trece países, entre ellas una en Vigo y también otra en Lisboa, admite que la situación actual es de "total incertidumbre" y que son muchos los interrogantes que abre el futuro cambio de la ley portuguesa hacia lo que se denomina la "verdad biológica". "El director de Lisboa, el doctor Soares, nos cuenta que ahora hay una situación transitoria y pendiente de la ley de reproducción que se está tramitando por lo que hasta que la nueva ley esté publicada los tratamientos de donación solo se deben completar si ambas partes, donantes y pacientes, añaden al consentimiento informado estándar un párrafo en el que dice que aceptan seguir adelante con el proceso asumiendo que de momento hay incertidumbre respecto a las garantías de anonimato", señala Requena, que añade que su colega de la clínica lisboeta también le transmitió que "hay gente que está intentando que la Comisión recapacite". Por ahora, en todo caso, se trata de una recomendación que no obliga, como la que por ejemplo está vigente en España sobre el límite de edad en los 50 años pero cada clínica tiene libertad para decidir al respecto si lo asume o no.