Socióloga, feminista, vegana y enamorada de "un hombre maravilloso" con el que no se piensa casar ni tener hijos, a Orna Donath (Israel, 1976) hasta le han llegado a proponer el suicidio por atreverse a abrir el melón de las madres arrepentidas de serlo. "Y hay muchas más de las que creemos", asegura esta investigadora que con su estudio sobre la maternidad ha provocado un revuelo mundial desde una comunidad, la judía, que premia sobremanera traer niños al mundo. Donath, que llegó a la conclusión de que el espíritu maternal no existe o al menos no es exclusivo de las mujeres tras publicar "Madres arrepentidas" se rebela contra la presión del patriarcado sobre la maternidad.

-Dígame, Orna, ¿por qué se ha empeñado usted en no tener hijos?

-A los 16 años ya tenía claro que la maternidad no era para mí. Ser madre me parece una experiencia interesante pero desde luego yo no nací para ella.

-¿Qué le decidió a escribir "Madres arrepentidas"?

-En Israel se le da mucha importancia a la familia, a traer hijos al mundo, y quise saber qué sentían esas madres que reconocen que un hijo te cambia la vida pero que eso no quiere decir que sea para mejor.

-Son madres que adoran a sus hijos.

-Ellas se derriten al ver la sonrisa de sus hijos, pero admiten que fue un error tenerlos. Arrepentirse no es ningún pecado, es algo que hacemos continuamente.

-¿Cuál es la principal conclusión de su encuesta realizada a 23 madres arrepentidas?

-Que no son monstruos ni están locas como dicen algunos. Son madres que dan buena vida a sus hijos pero que al mismo tiempo creen que haberlos tenido ha sido un error.

-Pero muchas repiten y tienen más de un hijo.

-Porque en Israel está muy mal visto tener solo un hijo. En muchas ocasiones las mujeres tienen hijos presionadas por la sociedad para no sentirse estigmatizadas.

-Una muestra tan pequeña no es muy significativa.

-Con esta muestra no se puede generalizar pero le aseguro que hay muchas más madres arrepentidas de lo que creemos. He entrevistado hasta a abuelas que a pesar del paso del tiempo siguen sintiéndose arrepentidas de haber tenido hijos. Lo significativo es el debate abierto por las reacciones posteriores a la publicación de ese pequeño estudio.

-Hábleme de las reacciones que ha tenido su libro.

-A partir de la publicación de esa encuesta fueron muchas las mujeres de todo el mundo que reconocieron que ellas tampoco se sentían cómodas siendo madres. He tenido también reacciones de hombres que confiesan estar arrepentidos de ser padres. Hay más madres arrepentidas de las que creemos.

- Algunos la habrán puesto verde

-Por supuesto. Han cuestionado mi sexualidad, mi apariencia física, han sentido pena por mis padres y hasta me han propuesto que me suicide. Lo más curioso de todo es que nadie me lo ha dicho a la cara.

-¿No piensa que quizá usted llegue a arrepentirse cuando sea demasiado tarde por haberse negado a tener hijos?

-Conociéndome como me conozco sospecho que si fuese madre sería una madre arrepentida que viviría en una especie de prisión.

-¿Cómo valora usted el amor maternal que se suele considerar superior al de los padres?

-El instinto maternal no existe necesariamente y desde luego no es exclusivo de las mujeres, prueba de ello es que las parejas gais adoptan o tienen hijos a través de vientres de alquiler.

-¿Quién nos induce a ser madres: los genes o la cultura?

-Somos seres biológicos, psicológicos y sociales, así que en esta decisión influyen los tres planos. Estamos ante un instinto que desde luego yo no tengo.

-Tenemos la idea de que las mujeres están más preparadas que los hombres para cuidar a sus hijos.

-Eso es absolutamente falso y de nuevo la sociedad nos mete en la cabeza esa creencia. Los hombres suelen ser muy buenos padres cuando son gais, se quedan viudos o en los momentos que están sin pareja femenina. Eso sí, en cuanto aparece una mujer en escena se relajan. Deberíamos dar la oportunidad a los hombres de demostrar que son igual de buenos que las mujeres en la paternidad.

-¿Habrían estado menos arrepentidas esas mujeres si hubiesen contado con más ayuda de sus parejas para criar a los hijos?

-Con más ayuda no dejarían de estar arrepentidas. En mi caso, aunque me ofrecieran todo el oro del mundo no querría ser madre.

-Así que, según usted, la mujer se siente presionada por la sociedad para ser madre.

-Muchas mujeres se sienten así porque el patriarcado ha utilizado la maternidad desde hace siglos para oprimir a la mujer a la que hace sentirse degradada si no es madre.

-Hay mujeres que renuncian a la maternidad por otro motivo: para poder ejercer una carrera brillante y competir en igualdad de condiciones con el hombre.

-Y es absurdo tener que elegir entre una cosa u otra. Parece que es obligatorio ser madre y también es obligatorio tener una carrera exitosa. La mayoría de las mujeres que he entrevistado no han anhelado nunca una carrera de éxito, solo querían vivir dignamente.

-¿Está usted entonces en contra de la maternidad?

-En absoluto. Planteo simplemente un debate de diversidad para evidenciar que no todas las mujeres quieren ser madres y eso no las convierte en seres vacíos y egoístas.