El tráfico de drogas como hilo argumental arrasa. "Narcos" primero, ahora "Fariña" y un sinfín de series y documentales son buena muestra de este éxito. Historias rocambolescas, violentas y en ocasiones increíbles. Pero una vista al pasado evidencia que la realidad puede superar perfectamente la ficción. Y un buen ejemplo es la captura de Laureano Oubiña de la que se cumplen 18 años. Su huida de la Justicia, primero hacia Suiza y Alemania y luego a Grecia, bien podría valer de inspiración como guión de una de las producciones audiovisuales sobre 'capos'.

La del narco arousano fue una detención de película cuando el nuevo siglo apenas acumulaba unos meses de historia. Fue detenido en la madrugada del 30 de octubre en la isla de Eubea, en el mar Egeo, a prácticamente 90 kilómetros al norte de Atenas. Fue arrestado en un hotel en el que se alojaba con su hijastro David Pérez Lago, hijo de la fallecida Esther Lago con una pareja anterior. La operación del que era uno de los fugados más buscados del momento se realizó por la policía griega en colaboración con la Interpol y el apoyo de la policía española.

Esta macrooperación internacional puso fin al periplo de Oubiña, quien primero se libró de estar detenido en Suiza en 1999 cuando intentaba entrar a Alemania con un pasaporte falso. Permaneció arrestado un mes al ser interceptado con un documento en el que se presentaba como ciudadano portugués a nombre de Joâo Armiondo Lopes Correia. La policía helvética lo retuvo entre el 19 de febrero y el 17 de marzo de 1999, cuando quedó libre después de que el abogado del capo enviara a Zúrich el carné auténtico de Oubiña. La Policía de España supo de lo ocurrido horas después. No había orden internacional de detención contra él y el narco veía así facilitada su huida.

Oubiña logró estar algunos meses más desaparecido de la Justicia española, que reclamaba su primer ingresó en prisión al condenarlo como responsable del transporte de casi seis toneladas de hachís de Galicia a Holanda. Le cayeron cuatro años y cuatro meses y más de 2.000 millones de pesetas por esa fallida operación.

Fue meses después cuando la colaboración policial dio sus frutos y se le ponía fin a la experiencia de Oubiña como prófugo. El 7 de noviembre, antes de ser extraditado a España, el narco utilizaba su particular 'guasa' en una entrevista desde la cárcel de Koridalos, en Atenas, a FARO de VIGO. "No huí, me fui de turismo porque no me dejaron otra salida", explicaba. Además excusaba la presencia de su hijastro en Grecia, también con causas pendientes con la Justicia, afirmando que David Pérez Lago estaba con él porque le había llevado medicinas: "Tengo la tensión muy alta".