Ecoembes es la organización sin ánimo de lucro dedicada al reciclaje de los envases que depositamos en los contenedores amarillos y azules. Óscar Martín lleva en ella desde su creación, hace 20 años, y en 2014 fue nombrado consejero delegado.

-Están realizando una intensa campaña en Galicia.

-Queremos impulsar la economía circular a través del reciclaje de los envases en Galicia. En los próximos años veremos 25 millones de emigrantes climáticos en el planeta, y dos mil millones de personas no van a tener acceso al agua corriente. Desaparecen 200 especies cada día. Pequeños gestos, como separar en casa nuestros envases, son el camino que tenemos que seguir.

-Muchos quieren separar en casa pero ven difícil tener cuatro o cinco contenedores en un piso de 70 metros cuadrados.

-Los gallegos disponen de casi tres cubos en sus hogares. Es un hábito que ya está instaurado, y tenemos que seguir trabajando. La gente sabe que puede sacrificar ese pequeño espacio que le ocupa un contenedor para ese gran beneficio para el medio ambiente.

-¿Es difícil el reciclaje en una población tan dispersa como la gallega?

-Qué duda cabe que Galicia tiene una distribución demográfica y orográfica particular, pero para eso se le han dado soluciones específicas. Nuestro presidente es el consejero delegado de Nueva Pescanova, Ignacio González, y tenemos una especial sensibilidad con Galicia. Lo importante es que el ciudadano sepa que hay que reciclar, que ese pequeño gesto de echar nuestros envases en el contenedor amarillo o azul ahorra energía, agua y emisiones de CO2.

- ¿Cuáles son las cifras de Galicia?

-Las toneladas que Galicia recicla han crecido un 6% el último año. En 2017 hemos reciclado 57 millones de kilos de envases, y en Vigo, una ciudad comprometida con el reciclaje, hemos reciclado unos 5,7 millones de kilos de envases, los que van al amarillo y al azul. Abel Caballero está tremendamente implicado, tanto como alcalde como presidente de la Federación de Municipios, con la economía circular, y Vigo y Galicia están dando pasos hacia la economía circular.

-Algunos partidos políticos y colectivos sostienen que el crecimiento económico lleva necesariamente aparejado el aumento de residuos y gases de efecto invernadero, que crecer es incompatible con la protección del medio ambiente. ¿Se puede romper esa dicotomía?

-Es lo que busca la economía circular. No seguir con la economía de usar y tirar y pasar a otro concepto: producir con responsabilidad, con productos de fuentes renovables; consumir con responsabilidad, solo lo que necesitamos, y a partir de ahí reutilizar, reparar y reciclar. Ese desacople se está produciendo. Tenemos que buscar el crecimiento económico con crecimiento en sostenibilidad. Hoy España está reciclando el 76% de sus envases que van al contenedor amarillo y azul. Pero queda mucho por hacer. El 70% del impacto de un producto se puede ahorrar en su fase de diseño. El ecodiseño significa que tenemos que evitar el sobreenvasado e introducir materiales de fuentes renovables para producir nuevos productos, y hablar de consumo responsable. Hoy necesitaríamos el consumo de 1,6 planetas, y solo tenemos uno.

--Hemos visto imágenes de pingüinos en la enorme isla de residuos de plástico en el Pacífico Sur. ¿Deberíamos tener una gran preocupación en la costa gallega por la presencia de plásticos en el mar?

-No podemos utilizar la naturaleza como si fuera un contenedor. Más de un 70% de lo que nos encontramos en el mar procede de tierra, lo que tiramos en los montes y en las calles y llega por las alcantarillas. Hemos lanzado con SEO/Birdlife el proyecto Libera, para decirle al ciudadano que pare de producir basuraleza. A este ritmo, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar.

- -¿Será posible, dentro de unos años, una asignatura de medio ambiente en los colegios?

-Ese es nuestro gran objetivo. Abrimos el laboratorio europeo en economía circular, pero lo más importante es educar. Llevamos trabajando con 700.000 niños cada año, y este año lanzamos el programa Naturaliza para niños de Primaria. Metemos la naturaleza en las aulas y las aulas en la naturaleza. Creamos una competencia para introducirla en los currículos escolares sobre biodiversidad, agua, energía, contaminación, cambio climático... Ojalá Vigo sea una de las ciudades que integre esta asignatura en muchos colegios de primaria.