- Usted es un viajero incansable, ¿le queda algo por ver?

- Mucho, el mundo es muy grande y cuanto más lo conoces más grande se hace porque si coges un camino estás desdeñando conocer otro sitio. Conozco una parte respetable pero no importantísima porque tampoco me ha importado mucho, no soy hombre de récords ni me interesa si he estado en cien países o en todos como le pasa a otra gente. Yo no y no tengo interés en ir jamás a algunos países como Australia, por ejemplo.

- ¿Por qué?

- Los países me atraen por su literatura o su historia o su naturaleza, como puede ser el Ártico, pero no hay nada que me llame la atención en Australia aunque a lo mejor algún día surge y me largo allí.

- ¿Hay más sitios que no le interesan?

- No conozco ni tengo interés en el sureste asiático: Vietnam, Camboya, Birmania... Va mucha gente ahora y dice que es maravilloso pero no tengo interés. Asia no me interesa aunque sí he estado dos veces en Japón y volvería, pero estuve tres meses en China recorriendo el país tras haber estado otras dos veces sin que me gustase. Volví y me gustó todavía menos. Hay lugares a los que me gusta volver y otros a los que no pienso ir nunca aunque no los conozca.

- ¿Y hay alguno al que sí querría ir pero no haya podido?

- Me gustaría hacer un libro y recorrer México, pero es peligroso y no es el momento. Ya me he metido en demasiados charcos sin querer y el nivel de peligro lo tengo cubierto. Pero México me atrae muchísimo, está lleno de historia y es un país en el que te pasas la vida riendo, es surrealista. Realmente es un país que me ha asombrado siempre.