"Necesitamos un intestino feliz para un cerebro saludable", aseguró la neurocientífica Raquel Marín, quien comentó que está en auge el estudio de la importancia del intestino en la salud cerebral.

"Hay muchos estudios que demuestran que un desequilibrio intestinal es desencadenante de enfermedades neurodegenerativas y de tipo depresión, fallos del estado anímico o hiperactividad", señaló Marín, que ha sido distinguida con el Premio a la Mujer Investigadora en Biomedicina por la Universidad Laval (Canadá) y la Medalla de Honor del Instituto de Ciencias Forenses de Barcelona.

"Son fundamentales los microorganismos que viven en el intestino representan varios trillones en número y casi dos kilos de nuestro peso total. Todas esas bacterias están en convivencia con nuestro intestino y se encargan de producir parte de los nutrientes que necesita nuestro cerebro pero que no es capaz de producir", desveló.

Por lo tanto, la salud de la microbiota, los microorganismos intestinales, es fundamental para la salud cerebral. "Los factores que alteran la microbiota intestinal son fundamentalmente anímicos, los fármacos (sobre todo los antibióticos), los desajustes en los horarios, las dietas selectivas y la carencia de fibra.

En su libro, "Dale vida a tu cerebro", la neurocientífica propone platos que cualquiera puede preparar para mantener un equilibrio en la dieta y señala qué alimentos son más "neurosaludables". Marín alertó sobre los azúcares refinados y la fructosa, que hace trabajar más al hígado, no aporta nutrientes y, sin embargo, sí aporta calorías. "Tenemos que concienciarnos de que el consumo elevado de azúcar refinado es algo que deberíamos eliminar", zanjó.