Es admirable que un director tan veterano como Fernando Colomo siga al pie del cañón a sus 72 años cuando muchos de sus colegas de edad parecida ya tiraron la toalla. Y lo hace sin renunciar a esa fórmula muy personal de aplicar un humor sencillo y nada estridente a personajes muy de la calle, casi siempre entrañables, incluso en propuestas tan singulares como "La mano negra", donde se metían ingredientes de cine negro. Solo metió la pata sin remedio en "El caballero del dragón" y donde más brilló su talento fue en comedias en las que se había una crónica entre líneas de la España más doliente. Tras "Isla Bonita", ejemplo de cómo un presupuesto mínimo puede propiciar cine de gran altura, Colomo rebaja sus pretensiones con una comedia que parece intentar seguir, a su manera, la estela exitosa de "La La Land". Excesivamente deudora de la comicidad de Paco León y Carmen Machi, que no siempre funciona, "La tribu" está escrita con más oficio que inspiración y aunque entretiene y lanza algunos dardos bien dirigidos al momento presente, al resultado final le falta un hervor.