Aunque la fiesta de la Arribada se celebra casi siempre con el tiempo como espada de Damocles, la de este año puede ser una las celebraciones más aguadas de la historia, por no decir la que más, según comentan algunos vecinos de Baiona.

Ayer se cerraron los actos del 525 aniversario de la conmemoración de la llegada a Baiona de la carabela "La Pinta" con la noticia del descubrimiento de América. La efemérides hizo que la organización se volcase en la celebración ampliando el mercado medieval y poniendo todo su esmero, pero el tiempo jugó una mala pasada desde el primer día, dando solo pequeños respiros.

Ayer por la tarde, y después de esperar media hora sobre el horario previsto, no se celebró en la Playa de la Ribeira la representación teatral de la "Arribada del Descubrimiento" con dramaturgia de Avelino Sierra y dirección de Mónica Sueiro, uno de los actos más esperados. Los actores se cobijaron de la lluvia y el viento en una carpa de la organización desde la que se controla el sonido y finalmente se decidió suspender la actuación, que recrea la llegada de Martín Alonso Pinzón el 1 de marzo de 1493, precisamente en un día con un impresionante temporal, según cuentan los relatos de la época.

Después de comer el tiempo se puso bravo en Baiona, ordenando irse a casa a los centenares de personas que estaban en la localidad, muchas de ellas ataviadas con sus trajes medievales. En la zona del mercado y en los bares céntricos se aguantó el público más tiempo, pero ya en retirada.

Distinta fue la jornada matinal, en la que se celebraron todas las actividades con un día agradable que no dejaba adivinar lo que pasaría por la tarde.

Las calles se llenaron de animación, hubo talleres de artesanos y gremios, campamento de entrenamiento de caballeros...

En la Playa de Ribeira se celebró una demostración de tiro con arco a cargo del Club Meigarco y en el Parque da Palma un combate de esgrima medieval, con representación de un juicio por combate y duelos con espada por la Sala Viguesa de Esgrima Antigua.