Productoras de miel y guardianas de la biodiversidad. Las abejas tienen una función vital, para muchos desconocida: un 84% de nuestros cultivos y ocho de cada diez flores requieren ser polinizados. De ahí la cita atribuida a Einstein "si las abejas desaparecieran del planeta, al hombre le quedarían solo cuatro años de vida". En Galicia, su pérdida se cifra en unas 120.000 colmenas menos en los últimos cuatro años, en una merma progresiva de un 20 a un 30% cada año, registrada desde que en 1994 se comentó con el uso de neonicotinoides como pesticidas -según datos de la Asociación Galega de Apicultura (AGA)- y también, últimamente, de la avispa velutina. Su toxicidad, descrita como un 'riesgo agudo elevado' es deviejo conocida y denunciada por asociaciones de apicultores y ecologistas, pero las compañías han hecho oídos sordos hasta hace un lustro. Más de un millar y medio de estudios lo avalan ahora.
"Los insecticidas neonicotinoides son un riesgo para las abejas", refleja el último informe que acaba de publicar la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), tras analizar 1.500 estudios científicos. Dicho documento concluye que tres polémicos insecticidas neonicotinoides - imidacloprid, clotianidina (producidos por la alemana Bayer),y tiametoxam, (fabricado por la suiza Syngenta)- representan "un riesgo para las abejas silvestres, como el abejorro común y la abeja solitaria, y las abejas melíferas". El secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultura (AGA), Xesús Asorey, explica que el censo actual de colmenas en Galicia es de unas 150.000. "Nos se han prohíbido los pesticidas después de la floración ni en invernaderos y eso ha sido un coladero", avanzó ayer.
Además, estos dos gigantes de los pesticidas recurrieron ante el Tribunal de Justicia de la UE la decisión de restringir el uso de esas tres sustancias, prohibidas en los cultivos que atraen a las abejas (como el maíz, la colza o el girasol), salvo excepciones. El proceso está en curso.
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Son de uso frecuente en todo el mundo en cultivos de maíz, girasol, colza y algodón. Y etán sometidos a restricciones en la UE desde 2013, en aplicación del principio de precaución. No obstante, hay importantes excepciones, lo que hace que los agricultores puedan echar mano de ellos tras la floración, en los cereales de invierno y en los invernaderos.
El futuro de esos tres pesticidas -sustancias neurotóxicas que afectan al sistema nervioso de los insectos- ya vivió una primera evaluación de la EFSA. La agencia científica de la UE, con sede en Parma (Italia), inició en 2015 una investigación más exhaustiva, con el fin de reunir "todas las pruebas científicas" publicadas desde entonces, cuya conclusión llegó más tarde de lo esperado a causa de la gran cantidad de datos recabados.
La Comisión Europea ya ha empezado a someter a los Estados miembros, órganos decisorios dentro de un comité técnico encargado de regular los pesticidas, una nueva propuesta para restringir todavía más el uso de tres insecticidas controvertidos y que solo puedan emplearse en invernaderos.
Sin embargo, la propuesta todavía no ha sido votada, a la espera de un nuevo informe de la EFSA. La próxima reunión de ese comité tendrá lugar el 22 y 23 de marzo. En ese sentido, Xesús Asorey criticó el continuo retraso de las votaciones. Las organizaciones ecologistas ya reaccionaron inmediatamente para pedir la restricción casi total del uso de esos pesticidas.
Para Greenpeace, las pruebas son "aplastantes", y no solamente ponen en peligro a las abejas sino a los cultivos y a las plantas que esos insectos polinizan. En un comunicado, la multinacional alemana Bayer expresó su "desacuerdo fundamental" con el análisis de la EFSA.
Preocupación general
Científicos de EE UU, ante la desaparición de enjambres, crearon un enjambre de ´abejas-robot´ para polinizar plantas y para hacer frente a la escasez de abejas del país.
Xesús Asorey - Asociación Galega de Apicultura
"Se acaba de cerrar el censo: en Galicia hay 150.000 colmenas"
