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La contaminación se mide en colores

Una aplicación informa sobre la concentración de contaminantes en tiempo real y ayuda a actuar contra la polución atmosférica, que afecta al 94% de la población española

Datos de ayer en una de las estaciones de medición en Vigo. // FdV

Una nueva aplicación, airACT, informa sobre los contaminantes en tiempo real y ayuda a actuar contra la polución atmosférica, principal problema de salud pública de las ciudades españolas y que afecta al 94% de la población en el Estado español. Desarrollada por la Universidad Politécnica de Cataluña en colaboración con Ecologistas en Acción, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Guifi.net, la app tiene como fin acercar el problema de la contaminación a la población informando de forma comprensible sobre los valores horarios y diarios de los principales contaminantes del aire: ozono; dióxido de nitrógeno; dióxido de azufre, y dos tipos de partículas en suspensión -las pm10 (partículas "torácicas" menores de 10 ?m que pueden penetrar hasta las vías respiratorias bajas) y las pm2.5 (partículas "respirables" menores de 2.5?m, que pueden penetrar hasta las zonas de intercambio de gases del pulmón)- en el lugar que se elija.

La app utiliza datos de las estaciones de referencia suministradas por redes oficiales de control de calidad del aire y los traduce a un código de colores que indica el nivel de cada contaminante: verde (bueno), amarillo (regular), rojo (malo) y granate (muy malo). A diferencia de otras aplicaciones, airACT establece los rangos en función de efectos sobre la salud y el cumplimiento de la legislación europea.

"La app toma los datos que nos suministra la Agencia Europea de Medio Ambiente, que a su vez los recibe de los Estados miembros de la Unión Europea, y los traduce a este código de colores que mide el nivel de cada uno de los cuatro contaminantes que mide", explica Miguel Ángel Ceballos, portavoz de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción. Así, en el caso de Vigo, por ejemplo, pueden consultarse los datos de las dos estaciones que tiene la Xunta de Galicia en la ciudad: "Arenal", en Coia, y "Lope de Vega", en O Calvario, lo que permite observar las distintas situaciones de exposición a las que se ve sometida la población viguesa en función de si vive en un área con mucho o poco tráfico. Además de la calidad del aire en Vigo, la aplicación ofrece los datos de Vilagarcía, Santiago, Ourense, A Coruña y Lugo, seleccionando la estación o directamente a través del geolocalizador del dispositivo. Además, ofrece información sobre cada uno de los contaminantes, sus efectos en la salud y las recomendaciones de la organización para colaborar en la lucha contra la contaminación. La aplicación, gratuita, está disponible en airact.org y en Google Play en dispositivos Android.

Situación en Galicia

El último informe de Ecologistas en Acción, "La calidad del aire en el Estado español durante 2016", que recoge los datos de las 51 estaciones de control de la contaminación pertenecientes a la Xunta, los ayuntamientos de A Coruña y Ourense, y distintas instalaciones industriales, los contaminantes que más incidencia presentaron fueron las partículas en suspensión, el dióxido de azufre y el ozono troposférico. Las primeras afectaron principalmente a los grande núcleos de población como Vigo, A Coruña y Santiago, donde se superó los valores medios anuales y diarios recomendados por la OMS, mientras que la mayor exposición a dióxido de azufre se dio en las zonas cercanas a grandes industrias. En cuanto al ozono, afectó sobre todo al sur de la comunidad, especialmente a las Rías Baixas, pero también al interior de la provincia y a Ourense donde, según Ceballos, se registraron "algunos episodios de elevada contaminación" en verano debido a este gas.

Ceballos recuerda que los niños, personas mayores, personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas y embarazadas en la fase final de gestación son los colectivos más vulnerables a la contaminación. El ecologista aboga por la puesta en marcha de planes estructurales por parte de las administraciones y recuerda que los ciudadanos también pueden contribuir a mejorar la calidad del aire reduciendo el uso del coche y aislando las viviendas para ahorrar energía, entre otras medidas.

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