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"La actividad física protege frente a las fracturas de cadera"

"Las lesiones deportivas aumentan en número, pero disminuyen en gravedad", apunta María Medina

"Tuve un accidente con la bicicleta en cuarto de carrera y precisé de tratamiento rehabilitador. Esto me llevó a conocer en persona la especialidad de rehabilitación médica, y fui la que elegí tras aprobar el MIR", así explica la médica María Medina, a punto de ingresar en la Real Academia de Medicina de Asturias, cómo surgió su vocación, que la llevó a completar su formación con estancias en la Universidad de Aberdeen y en el Hospital Universitario de San Antonio (Texas). Su trayectoria profesional ha estado siempre vinculada al Hospital de Jove (Gijón) y desde 1990 compagina esta actividad con la docencia.

-Ha elegido las fracturas de cadera como tema de ingreso en la Academia, ¿por qué?

-Porque el Hospital de Jove es el centro de referencia de su área sanitaria para estas lesiones y hemos observado un aumento muy importante, hasta casi duplicarse en los últimos años. También me encargo de la docencia en el tratamiento rehabilitador de estas lesiones en la Universidad. El tratamiento quirúrgico está sistematizado en la mayoría de los países, pero en los recursos de rehabilitación existen grandes variaciones, que influyen en los resultados. Por ejemplo, hay diferencias en los porcentajes de las personas que consiguen volver a su domicilio o en cuántos de los pacientes pueden volver a caminar, dependiendo del tipo de asistencia que se les ofrezca.

-¿Cabe el riesgo de que este tipo de lesiones colapsen a la sanidad pública?

-Es cierto que son cada vez más numerosas. Además, suponen un grave impacto en la persona que va más allá de la lesión ósea, incluso con cifras de mortalidad de un 5 por ciento durante la hospitalización y de cerca de un 30 por ciento al año de la fractura. Pueden acarrear complicaciones en casi cualquier otro sistema del organismo y ocasionan unos gastos sanitarios crecientes y muy elevados. Por eso es importante dirigir recursos bien fundamentados para que esos gastos faciliten la vuelta precoz al domicilio del paciente y estimulen su autonomía.

-¿Hasta qué edad puede implantarse una prótesis de cadera?

-Si hablamos de que la prótesis se implanta por una fractura, no hay límite de edad. La fractura de cadera es quirúrgica, salvo que el paciente tenga un mal estado general y riesgo de muerte durante la intervención. En caso de fractura, en muchas ocasiones se implantan prótesis parciales, que suponen sustituir solo una parte del fémur.

-¿Aumentan mucho las lesiones deportivas?

-Sí, pero en parte porque la sociedad está más informada y acude también a las consultas con lesiones en fases iniciales para evitar que se cronifiquen. En los centros deportivos (clubs, gimnasios, federaciones...), cada vez se tiene más en cuenta a los médicos deportivos, traumatólogos, rehabilitadores, etcétera, y también a los fisioterapeutas. En los últimos tiempos, las lesiones parecen aumentar en número, pero disminuyen en gravedad. En el caso concreto de las fracturas de cadera, la actividad física regular es un factor protector.

-¿Cómo incide la masiva incorporación al deporte de personas de cierta edad que llevan muchos años sin entrenar?

-La actividad física es recomendable a todas las edades. Si no se realiza de forma rutinaria durante mucho tiempo, la incorporación debe ser muy progresiva y comenzando con pautas sencillas. Por ejemplo, paseo rápido, bicicleta estática, movimientos en el agua... con regularidad y aumentando poco a poco la duración. En todo caso, hay que vigilar los síntomas y acudir al médico para solicitar una valoración y recomendaciones personalizadas. Si no se hace así, pueden producirse lesiones graves, tanto en el sistema cardiovascular como en el aparato locomotor.

- ¿Qué consejos daría a una persona de 40-50 años que se propone iniciar una vida más saludable?

-Mantener o conseguir un peso o índice de masa corporal adecuados, alimentarse e hidratarse de forma correcta, y realizar una actividad física apropiada. En esta última es importante que a la persona le resulte agradable, y suele ser muy útil realizarla en grupo, coincidiendo con personas de edades similares. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, con periodicidad semanal, combinar unas dos horas y media de ejercicio de fondo físico, aeróbico, como paseos, carrera suave o bicicleta, añadiendo al menos dos días a la semana de ejercicios de fortalecimiento de los principales grupos musculares, con pesas o máquinas de gimnasio. Conforme el entrenamiento vaya tolerándose mejor, pueden ir aumentándose estas cifras hasta cinco horas de ejercicio aeróbico suave a la semana.

-¿Dónde debe ponerse el límite entre el ejercicio saludable y el excesivo?

-El ejercicio saludable es el que nos ayuda a encontrarnos mejor, a mejorar el estado de ánimo y a prevenir problemas frecuentes, como los dolores de espalda -cervical y lumbar- o de hombro. Si el ejercicio provoca más problemas que los que ayuda a solucionar, seguramente estamos realizando un entrenamiento inadecuado. El ejercicio excesivo para nuestra capacidad física va a provocarnos más problemas que beneficios. La clave está en empezar a hacer ejercicio sin grandes ambiciones, ser constante y progresar poco a poco.

-¿Cuál es la disciplina deportiva que más lesiones causa?

-En general, los deportes de contacto y, por supuesto, los que ya se llaman deportes "de riesgo" o deportes "extremos". Si la disciplina requiere movimientos muy forzados, repetitivos o grandes velocidades, es más probable lesionarse.

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