El Papa Francisco ha aprobado una nueva Constitución Apostólica sobre las universidades eclesiásticas, la "Veritatis Gaudium" que actualiza la promulgada por Juan Pablo II hace 39 años (la "Sapientia christiana") para "relanzar" los estudios eclesiásticos hacia "una transformación misionera de una Iglesia en salida" y en la que contempla la posibilidad de que refugiados y solicitantes de asilo que no dispongan de los documentos exigidos puedan acceder a las facultades eclesiásticas.

Así lo dispone el Pontífice en el apartado tres del artículo 32 referido a las exigencias para ser inscrito en una facultad eclesiástica con el fin de conseguir un grado académico. Según precisaba ya la anterior Constitución, el alumno deberá presentar el título de estudio que se requiera para ser admitido en la universidad civil del país o la región. Si bien, el nuevo documento añade que "la Facultad determinará en sus estatutos los procedimientos para evaluar las modalidades de tratamiento en el caso de refugiados, solicitantes de asilo o personas en situaciones análogas desprovistos de la regular documentación exigida".