El temporal costero dejó ayer una ola de más de quince metros (15,35 metros) registrada en la boya del puerto exterior de punta Langosteira, a las 11.00 horas, y otra a las 17.00 en la boya Langosteira II, con una altura de 19,23 metros, el equivalente a un edificio de siete plantas. En el puerto interior de A Coruña, el mar rebasó en varias ocasiones el espigón del dique de abrigo, con olas de unos nueve metros de altura. Los servicios de emergencia cortaron el paso peatonal y el carril de circulación más próximo al paseo marítimo de la ciudad herculina por el fuerte oleaje, contemplado como un espectáculo natural por centenares de personas.

En la zona sur de Galicia se dieron ayer valores cercanos a los ocho metros. La boya de cabo Sillero (a unos cinco kilómetros del centro de Baiona) registró olas de 7,73 metros de altura, lejos del récord de 20 metros registrado en ese mismo punto el día de Reyes de 2014.

En otras zonas, como la boya de Villano-Sisargas (Cabo Vilán), el oleaje dejó registros próximos a los 10 metros, con una altura significante de 9,61.

Para obtener la altura significante del oleaje se recoge la medición de las cien últimas olas, se extraen las 33 más altas y se calcula la media.

Una joven resultó herida en Ortigueira (A Coruña) en la tarde de ayer después de caerle encima un tronco de un árbol mientras paseaba por la playa de Morouzos. Los hechos ocurrieron sobre las 17,30 horas. Fue en ese momento cuando la herida contactó con el 112 Galicia e indicó que una ola muy fuerte había levantado un tronco y había caído sobre ella y añadió que no se podía mover.

Una vez en el lugar de los hechos, los agentes de la Policía Local y los efectivos del GES liberaron a la joven levantando el tronco. Finalmente, la herida fue trasladada en una ambulancia hasta un centro médico.

El fuerte oleaje dañó y derribó también parte del espigón del puerto de Cariño, en la provincia de A Coruña. Según relató a Europa Press el regidor local, José Miguel Alonso Pumar, los hechos se registraron a primera hora de la tarde, coincidiendo con los momentos más fuertes de la alerta, cuando el oleaje se llevó por delante el tramo final del espigón.

A pesar de ello, no hubo que lamentar heridos ni daños personales, dado que la zona fue clausurada y vallada y los vigilantes de seguridad se encargaron de controlar el acceso a las instalaciones.

Las condiciones empezarán a normalizarse poco a poco, aunque hoy jueves se mantendrá la situación de alerta de nivel naranja por fuerte oleaje (de 5 a 7 metros al principio de la jornada, quedando entre 4 y 5 metros por la tarde) en todo el litoral gallego. El viernes habrá aviso amarillo (olas de noroeste de 4 a 5 metros) únicamente en la Mariña lucense, Costa da Morte y Coruña Noroeste.

Borrasca profunda

La situación que afecta a la comunidad gallega está provocada por una borrasca muy profunda situada entre Groenlandia e Islandia, que genera fuerte viento en el Atlántico norte.

Los registros de olas más altas corresponden a mar de fondo, con ondas definidas, lentas y de gran envergadura. El 6 de enero de 2014, la boya de Villano-Sisargas (Cabo Vilán, Costa da Morte, A Coruña) midió una ola individual de 27,81 metros de altura, de valle a cresta, el récord de España, según Puertos del Estado.